Tamara Falcó: «Doy gracias a Dios por haber conocido al tío Miguel (Boyer)»
La hija de Isabel Preysler acudió a un evento días después de la muerte del exministro de Economía
La primera aparición social de Tamara Falcó Preysler como madrina de la nueva tienda de Pronovias en Barcelona acaparó toda la atención de los medios y más tras la reciente muerte de Miguel Boyer. Vestida de negro aunque con pedrería de fiesta y teniendo como pareja de photocall a su buen amigo Enrique Solís Tello (no son novios pero acuden juntos a una tienda de vestidos de novia) Tamara aseguró que en casa de su madre estos días «hay momentos buenos y otros malos, como ocurre en casi todas las familias».
«El sentimiento que me queda tras la muerte de tío Miguel es más de nostalgia que de pena. Tengo recuerdos maravillosos, como cuando me enseñó a nadar o el día que, desesperado de lo que tardaba mi madre en vestirse, escribió una novela. Son momentos de luz en la vida de las personas y por eso doy gracias a Dios por haberle conocido», asegura.
Al no ser creyente no se va a celebrar un funeral por Boyer . «Ya fue un milagro que hubiera una misa en el velatorio. Mi madre le pidió al padre Ángel que se encargara de oficiarla», comenta. «Yo rezo sola», aclara cuando le preguntan si se junta con su madre en las oraciones y repite que aunque tiene pena «sé que está muy bien donde está».
En cuanto a su comentada amistad con Enrique Solís, una vez más deja claro que no hay noviazgo a la vista. «Tiene un gran corazón y fue él quien me animó a no anular el acto de hoy. Me prometió que me acompañaría para apoyarme», cuenta. «Lo que pase en el futuro no se sabe», recalca dejando esa incógnita en el aire.
Tamara aseguró que la ausencia de sus hermanos Enrique, Chábeli y Julio José en el entierro del marido de su madre se debió a que la propia Isabel les dijo que no se movieran porque no quería retrasar las cosas. Un contraste con el gesto del tenista Fernando Verdasco que no dudó en coger un avión desde China para apoyar a su novia. «Me hubiera encantado que mis hermanos hubieran venido», se sinceró Tamara.
Realmente muchos no entienden cómo a la edad que tienen y con los medios que disponen no hicieran ese esfuerzo. Quienes lógicamente no faltaron fueron los hijos y nietos de Boyer de los que Tamara asegura que la relación es cordial. «Con estas edades nos vemos menos pero años atrás hemos viajado juntos y tengo buenos recuerdos», señaló.
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