El Supremo avala la herencia del hijo de Cela frente a Marina Castaño porque no se respetó la legítima

Declara nulos contratos de transmisión de derechos de autor a dos sociedades vinculadas con la exmujer del escritor: fue una donación encubierta

El Supremo avala la herencia del hijo de Cela frente a Marina Castaño porque no se respetó la legítima ernesto agudo

Nati Villanueva

El Tribunal Supremo ha ratificado el derecho de Camilo José Cela Conde , el hijo del escritor fallecido, a percibir dos terceras partes de la herencia de su padre, lo que supone 5,2 millones de euros, al no haberse cubierto esa cantidad con la donación de un cuadro de Joan Miró . Era un lienzo al óleo sin titulo, pero conocido como «el cuadro rasgado». Su valor se fijó en 100.970 euros y Cela padre lo entregó a su hijo considerando en su testamento que con esa donación cubría los derechos hereditarios de Cela Conde. Sin embargo, el hijo estimó que esa cantidad era muy inferior a las dos terceras partes que le correspondían en la herencia de su padre y acudió a lapos tribunales. La Audiencia Provincial de Madrid le dio la razón y ahora el Supremo lo confirma.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Antonio Salas, declara nulos los contratos de cesión de derechos de autor con dos sociedades vinculadas a Marina Castaño y ordena el reintegro de tales derechos de explotación por valor de 3,9 millones de euros al caudal de la herencia de Cela. Además, el Supremo confirma que la donación del escritor a la fundación Camilo José Cela fue excesiva y no respetó la legítima, por lo que ahora debe reintegrarse a la herencia 1,1 millones de euros.

Los recurrentes alegaron que el valor del lienzo era en la actualidad mayor del consignado en la demanda pero los magistrados recuerdan que no aportaron ninguna pericial ni prueba en tal sentido, por lo que se ha tenido en cuenta para dicha valoración el dato objetivo del precio por el que se llevó a cabo su venta y que se citaba en la demanda.

Donación encubierta

El Supremo recoge que las transmisiones de derechos de autor que hizo Cela y que ahora se anulan se hicieron tras los desencuentros entre el escritor fallecido y su hijo, heredero forzoso. La sentencia estima acreditada la «acumulación de razones por las que el juzgador entendió que esas transmisiones de derechos de autor por parte del causante encubrían en realidad una donación de derechos que salían del patrimonio de su titular, en beneficio de la demandada Doña Marina Castaño y en perjuicio de don Camilo José Cela Conde».

La sentencia recuerda que la ley permite el complemento de legítima en casos como este, en que el testador no ha respetado con su disposición los derechos de los legitimarios y por ello «carece de sentido invocar el respeto de la voluntad del causante cuando la misma no ha sido respetuosa con la ley aplicable».

Este tribunal ya reconoció el derecho del hijo y principal heredero de Camilo José Cela a recibir gran parte de la herencia de la que el escritor quiso privarle a causa del enfrentamiento entre ambos. Castaño ha acudido sin éxito contra aquel fallo ante el Supremo.

La cantidad a la que tenía derecho el heredero no se cubrió, según ha dictaminado el Supremo en una sentencia de su Sala Primera, con la donación de un cuadro de Joan Miró, un lienzo al óleo sin título pero conocido como «el cuadro rasgado», cuyo valor se fijó en 100.070 euros. Cela se lo entregó a su hijo considerando que con la cesión cubría sus derechos hereditarios, la misma petición que hacía Castaño, un extremo que ha sido rechazado por el alto tribunal.

El lienzo original colgaba de una pared en la casa de Palma de Mallorca que tenían el escritor y su mujer, ambos amigos del pintor Miró, a quien durante una visita le fue mostrado el cuadro por Cela. Miró no dudó en negar su autoría y Cela inmediatamente lo rasgó con un cuchillo.

Rosario Conde -la primera mujer de Cela- cosió la tela con aguja e hilo y se la llevó al estudio del artista catalán quien, sobre el lienzo cosido, pintó lo que después sería conocido como «el cuadro rasgado», sobre cuyo reverso escribió: «En recuerdo de una falsa tela apuñalada que dio nacimiento a una obra auténtica. A C.J. Cela su amigo, Miró».

El dinero de la fundación

El hijo de Cela fue sin embargo más allá del valor artístico y sentimental de la obra y consideró que su equivalente en dinero era muy inferior a la cantidad a la que tiene derecho. La Audiencia de Madrid, primero, y ahora el Supremo, le han dado la razón. Castaño arguyó que el valor del lienzo es en realidad superior al calculado en la sentencia recurrida, pero el Supremo no acepta su razonamiento porque no aporta ningún documento pericial que lo sustente.

La sentencia declara nulos los contratos de cesión de derechos de autor con dos sociedades vinculadas a Marina Castaño, ordenando el reintegro de las cantidades cedidas, 3,9 millones de euros, al caudal de la herencia de los Cela. También considera excesiva la donación del escritor a la Fundación Camilo José Cela ( 1,1 millones de euros ) que así mismo deberá reintegrarse.

Las leyes civiles en España no conceden a quien hace testamento «una absoluta libertad en cuanto a la disposición de sus bienes», porque le obligan a «respetar con su disposición los derechos» de los legítimos herederos, dice la sentencia.

«Carece de sentido invocar el respeto a la voluntad del causante cuando la misma no ha sido respetuosa con la ley aplicable», le responde el Supremo a Castaño, que actuaba en el procedimiento en su nombre y a través de sociedades de su propiedad o junto a la Fundación Camilo José Cela.

El Supremo avala la herencia del hijo de Cela frente a Marina Castaño porque no se respetó la legítima

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