Una académica de Oxford tilda a Catalina de Cambridge de «princesa florero»
Helen Watanabe explica que sus deberes son los de siempre: tener hijos y «crear simpatías»
A nuestros ojos, Catalina de Cambridge , de 33 años, es una princesa moderna, de nuevo cuño. Se trata de una plebeya inglesa, hija de dos exazafatos que se han vuelto adinerados con una ingeniosa empresa de artículos decorativos para fiestas caseras. Estudió una carrera universitaria, en la prestigiosa Universidad de St. Andrews , donde se licenció en Historia del Arte. Allí arrancó el episodio más relevante de su vida, su romance con el Príncipe Guillermo que la ha convertida en madre de un futuro rey . Por último, sus maneras, aunque siempre correctas, parecen próximas y asequibles. Por todo ello resulta sorprendente la tesis de la profesora Helen Watanabe O’Kelly, de la Universidad de Oxford, quien asegura que la Duquesa de Cambridge, al igual que en su día su malograda suegra Diana de Gales , desempeña el mismo papel que las princesas y reinas consortes de los siglos XVI, XVII y XVIII.
«Me fascina ver que hace la misma clase de cosas que podía hacer una reina consorte hace 1.500 años» , explica Watanabe. El primer deber sería proporcionar un heredero al Príncipe. Tanto Kate como Diana tuvieron dos hijos nada más casarse . La segunda función es convertirse en promotora de la popularidad de su marido. «La gente no se da cuenta de que uno de los deberes más importantes de la consorte es ser un foco de las emociones para la nación» . Según la estudiosa, el soberano sólo puede perdurar «si las emociones de la gente están con él». Por eso la consorte opera en realidad como una gran relaciones públicas , que cultiva la veta sensible con obras benéficas y visitas a niños enfermos hospitalizados.
Los problemas de popularidad que padeció la monarquía británica tras la muerte de Diana son a juicio de la profesora un ejemplo claro de la importancia del papel emocional que juega la Princesa, ya que muchos consideraron una «falta de sensibilidad» de la Reina Isabel II que tardase tanto en finalizar sus vacaciones en Balmoral para volver al Palacio de Buckingham y empezar el luto por su exnuera.
La más popular
Los estudios de Helen Watanabe, experta en lenguas germánicas, forman parte de una investigación internacional a dos años titulada «Casando culturas: las reinas consortes y las identidades europeas, 1500-1800» . Hasta nuestro tiempo, la mayoría de las princesas casaderas eran extranjeras. Los estudiosos quieren reflejar cómo mientras que algunas reinas consortes pasaron sin pena ni gloria o tras fijaron modas y tendencias y contribuyeron incluso a asentar la identidad nacional , al implantar gustos en temas de música, teatro, moda, muebles, decoración y hábitos cortesanos. Sin una reina portugesa que lo hizo moda Inglaterra no sería seguramente la patria del té. «Y el rol no ha cambiado en absoluto, aunque Kate sea una inglesa de clase media», insiste la profesora, que añade que «en el futuro la mujer del actual Príncipe Jorge tendrá un papel igual» .
«La hermosa consorte permite al soberano dominar a sus súbditos a través de la emoción que siente por ella», explica. De hecho, en el Reino Unido, Kate Midleton es hoy la persona más popular de la monarquía según las encuestas , por delante de su marido y de la propia Isabel II, y todo el país sufrió la pena de ver a «la paciente Kate» esperar a que Guillermo diese el paso y le propusiera por fin matrimonio tras un largo noviazgo durante el que sufrió el acoso de los paparazis.
Los estudiosos recuerdan que la conmoción nacional -y mundial- que siguió a la muerte de Diana en el túnel de París el 31 de agosto de 1997 no fue tampoco nada nuevo. El fallecimiento en 1810 de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz , la Reina de Prusia casada con Federico Guillermo III , provocó un pesar enorme en su país, saludado con colas sin fin y flores al paso del cortejo fúnebre. Una vez más, todo tiene que cambiar para que nada cambie.
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