El Príncipe Jorge, un bebé que dispara las ventas de lana

El niño se ha convertido en el mayor reclamo en la campaña de su abuelo Carlos a favor de este tejido

El Príncipe Jorge, un bebé que dispara las ventas de lana reuters

luis ventoso

Con solo 14 meses, y sin ser siquiera consciente de ello, el Príncipe Jorge, el hijo de los Duques de Cambridge, ya está prestando su primer servicio a la nación. Hace cinco años, el Príncipe Carlos, defensor de las esencias de la Inglaterra eterna, lanzó la Campaña por la Lana para defender el tejido tradicional. En aquel momento el sector estaba prácticamente en extinción y se consideraba anticuado. Pero ha repuntado. Las ventas han crecido un 70% en tres años, la facturación es de más de 350 millones de euros y se mantienen 40 fábricas que emplean a 8.000 personas. El mayor aliado del Príncipe Carlos en su campaña ha resultado ser un bebé, su mofletudo nieto Jorge. Sus padres y su niñera, la palentina María Borrallo, acostumbran a vestirlo con prendas clásicas de punto y las madres británicas anotan y se han lanzado a comprar chaquetas, mantas y jerséis de lana para sus vástagos. Algunas compañías han llegado a registrar incrementos de ventas del 400% con sus líneas a lo Príncipe Jorge. Basta darse un paseo por internet para ver que los plagios de sus principales modelitos aparecen por todas partes.

Todo empezó nada más nacer. Una sudadera de lana fue el primer regalo del Príncipe Carlos. A los tres días de venir al mundo, los Duques de Cambridge lo presentaron en la puerta del hospital ataviado con un chal de merino, de la firma GH Hurt & Son, radicada en Nottihgham, y valorado en 40 libras. «Nada más aparecer en las televisiones con la prenda, nuestros teléfonos comenzaron a sonar», ha contado la empresa al «Daily Mail». «Es maravilloso que las familias descubran de nuevo las cualidades de la lana», dicen en Campaña por la Lana.

El modelo que ha puesto de moda la lana, el pequeño Jorge, no se halla estos días en sus habitaciones habituales del palacio londinense de Kensington. Su madre está esperando un hermano. Pero como ya sucediera durante el embarazo de Jorge, la aquejan unas insidiosas molestias, un mal conocido como hiperméresis gravidarum, que afecta solo al 15% de las mujeres preñadas, y que le ocasiona vómitos y mareos matinales, deshidratación, pérdida de peso y presencia de toxinas en la sangre. Como suele suceder muchas veces, la Duquesa ha preferido buscar la cercanía de su madre y se ha ido a la mansión familiar de Bucklebury , cerca de Reading, al oeste del Gran Londres. En realidad ha cambiado un palacio por otro. Se trata de una mansión georgiana que sus padres compraron en 2012, valorada en 6 millones de euros, con 7 dormitorios, cinco salas, biblioteca, piscina, tenis y jardines de 18 acres.

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