Un fin de semana mágico cerca de la capital
Bosque encantado, castillo, museo, viñedos e iglesia, una cita de fin de semana en San Martín de Valdeiglesias
Para quienes quieran alejarse del torbellino constante de la ciudad a tan solo 75 kilómetros de Madrid ello puede volverse realidad. Imagina un lugar donde se mezclan la historia, la fantasía y el relax al aire libre. Pues ese lugar existe y ABC.es te lo presenta.
San Martín de Valdeiglesias, un municipio que linda con las provincias de Ávila (en la comunidad autónoma de Castilla y León) y Toledo (en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha).
Llega el fin de semana, es el momento de desconectar. No lo pienses más y emprende tu viaje. Una aventura para vivir en familia en la que grandes y chicos disfrutarán por igual de pasar un unos días diferentes.
¿Quieres conocer un bosque encantado?
Claro que es posible, El Bosque Encantado es un lugar para la fantasía. Es un Jardín Botánico único en Europa, en donde podrás relajarte y perderte tranquilamente por sus caminos, disfrutando de la belleza y la magia de las más de trescientas esculturas vivientes de gran tamaño, realizadas por los mejores artistas de arte topiario de Europa, y de las más de mil especies vegetales de todo el mundo plantadas en el parque.
Un lugar que te transporta a un mundo mágico. Vivirlo y disfrutarlo resulta toda una experiencia, sobre todo para los niños aunque también los más grandes se encontrarán maravillados reconociendo y sacándose fotografías con cada personaje.
El Bosque se complementa con laberintos, exposiciones de cactus, bonsáis, plantas aromáticas, y todo tipo de vegetación. Un entorno mágico por donde además transita un arroyo, y que en uno de los rincones del jardín se deja caer en una de las pocas cascadas naturales de la Sierra Oeste, la cascada de Barbellido, unos metros más adelante del nacimiento del arroyo Las Casetas.
El bosque solo abre sus puertas de jueves a domingo.
El precio de la entrada para los adultos es de 11 € y para los niños 7 €.
Castillo de la Coracera
Como todos los castillos, ha vivido diferentes etapas. En principio se construyó con la finalidad de dar cobijo a los nobles durante las cacerías que hacían por la zona, pero también fue utilizado en otras ocasiones como residencia habitual de nobles, y más recientemente como testigo monumental de un pasado lejano.
El Castillo de la Coracera, catalogado como Bien de Interés Cultural en la categoría de castillo, es la más emblemática de las construcciones de San Martín de Valdeiglesias. Se alza sobre la pequeña colina situada al oeste del núcleo antiguo de la villa desde donde dominaba la población y el territorio circundante.
Desde que se construyó alrededor del S. XV sus propietarios han sido varios, y han vivido bajo sus muros personajes tan ilustres como Don Álvaro de Luna (a quien se atribuye su construcción), la reina Isabel la Católica o el Barón de Sacro Lirio. Pero el nombre actual se lo debe a uno de sus últimos dueños, Don Juan Antonio de Corcuera, quien mandó editar unos folletos publicitarios y por una errata ortográfica en lugar de escribir Corcuera, escribieron Coracera, y así se le ha llamado hasta día de hoy. Actualmente está en manos del Ayuntamiento de San Martin de Valdeiglesias y de la Fundación Castillo de la Coracera.
Su aspecto robusto contrasta con las tonalidades claras que le aporta el material con el que se construyó. Parece que sea de cartón piedra, como si de un decorado se tratase, pero evidentemente sólo es un efecto óptico.
En él se puede visitar el patio de armas, los alrededores de las torres y como atractivo especial los amantes del vino disfrutarán del Museo del Vino donde podrán degustar las variedades que se producen en la Comunidad de Madrid.
En el recinto del Castillo está situada la Oficina de Información Turística. Allí podrá recibir información detallada respecto a las características y localización de los lugares y elementos de interés, así como de las posibilidades de su visita e información de las actividades que se pueden realizar.
Actualmente permanece abierto los viernes, sábados y domingos.
El precio de la entrada es de 2€.
Iglesia de San Martín de Tours
A pesar de que este impresionante monumento del románico mundial no presenta ya la estructura inicial de todos sus componentes, ya que ha sido objeto de controvertidas restauraciones, sigue siendo uno de los lugares más visitados.
El edificio religioso está situado en la plaza San Martín y es un punto clave del peregrinaje por el Camino de Santiago. Numerosos caminantes hacen un alto en el camino para visitar esta iglesia que es considerada una auténtica joya del románico y declarada Monumento Nacional desde 1894.
En este templo se destaca su decoración escultórica, tanto en el interior como en el exterior, concretamente en los capiteles y canecillos historiados, todos ellos diferentes.
Hay 46 capiteles en el exterior y 50 en el interior, que narran historias como la fábula de la zorra y el cuervo, Adán y Eva en el paraíso, una escena de matrimonio y la Adoración de los Reyes Mago entre otros.
Los canecillos son las pequeñas figuras que decoran los aleros del tejado. Tiene 315 y están decorados con motivos geométricos, vegetales, animales y personajes humanos.
El templo no se utiliza para el culto.
Horario:
Verano: 10-14 y 16.30-20h
Invierno: 10-14 y 15-18.30h
La entrada cuesta 1€.
Pantano de San Juan
Está formado por las aguas del río Alberche y, a día de hoy, es el único pantano madrileño donde está permitido el baño, las actividades náuticas a motor y los deportes acuáticos. Con estas credenciales, no es de extrañar que sea conocido como La Playa de Madrid ni que, para hacer honor a su apodo, cuente con cerca de 14 kilómetros de orilla acondicionados como zona de baño.
Construido en el año 1955 como fuente de abastecimiento de aguas del suroeste madrileño, el pantano poco a poco comenzó a adaptar su uso hacia otras funciones de carácter lúdico y natural. En la orilla más próxima a Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias se encuentra el Puerto Deportivo donde se emplaza el embarcadero del pantano, así como varios clubs náuticos y empresas de actividades acuáticas. A lo largo del año tienen lugar en sus aguas varias regatas y competiciones deportivas.
Pese a que el centro del paisaje sea el propio pantano, no conviene perder de vista sus alrededores. Se trata de una zona rica en pinares próxima a las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos. El valor paisajístico del conjunto es incuestionable y eso lo convierte en un destino muy frecuentado por senderistas dispuestos a conocer los caminos de su entorno directo.
El acceso más frecuente al Pantano de San Juan se hace a través de la carretera M–501, conocida como la Carretera de los Pantanos, que bordea los municipios de Pelayos de la Presa y San Martín de Valdeiglesias.
¿Cómo llegar?
El principal acceso desde Madrid consiste en la Autovía de los Pantanos (M-501), que parte del nexo M-40-M-511 entre Boadilla del Monte y la Ciudad de la Imagen de Madrid.
También se puede llegar desde la Autovía del Suroeste si se toma la M-506 en Alcorcón, pero el viajero se encontrará con una sucesión de rotondas que pueden desorientarlo y hacerlo perder tiempo. La autovía termina en Navas del Rey, y los aproximadamente 20 kilómetros restantes son de carretera de un carril por sentido. El recorrido completo desde el inicio de la M-501 lleva aproximadamente una hora.
También es posible conocer San Martín de Valdeiglesias trasladándose en transporte público desde la estación de Príncipe Pío en la línea de autobuses 551.
Noticias relacionadas