El PSE se une al PNV para gobernar Vitoria en coalición
La capital vasca quedó hace un año fuera del acuerdo entre ambos partidos en municipios y Diputaciones
Fumata blanca entre PNV y PSE para que los socialistas se incorporen a un gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Vitoria . Hasta ahora, los nacionalistas llevaban las riendas en solitario, con tan solo cinco representantes, incluido el alcalde, Gorka Urtaran , quien hace un año se aupó al cargo gracias al movimiento urdido por Bildu para desalojar al hasta entoces primer edil, Javier Maroto, quien encabezó además la lista más votada en las municipales del 24-M. Pese al «refuerzo» socialista, que integra a sus cuatro ediles, el nuevo ejecutivo seguirá gobernando en clara minoría (9 de 27).
El acuerdo se ha firmado esta mañana . Lo han escenificado en el consistorio de la capital vasca el presidente del PNV en Álava, Jose Antonio Suso, la secretaria general del PSE en la provincia, Cristina González, el propio Urtaran y el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Peio López de Munain, acompañados de los ediles de ambos grupos. López de Munain pasa a ser el primer teniente de alcalde mientras Itziar Gonzalo, del PNV, será segunda teniente de alcalde.
En cuanto a la estructura municipal, ésta se dividirá en tres áreas : área de Alcaldía, Económica y de Función Pública; área Social y de Administración Municipal; y área de Urbanismo, Medio Ambiente y Espacio Público. El PSE se hacer cargo de la segunda y el PNV de las otras dos, aún pendientes del reparto de las distintas carteras, que debe quedar cerrado antes de la reunión de la Junta de Gobierno local fijada para primera hora de la mañana del martes.
El acuerdo, según consta en el documento suscrito por ambos partidos, « se fundamenta en diez ejes de actuación , ejes con los que se pretende avanzar en la construcción de un modelo de ciudad moderna, diversa y plural, sostenible y neutra en carbono, competitiva y culturalmente activa, que aproveche al máximo sus potencialidades y sea referente en políticas sociales y de convivencia, en bienestar y calidad de vida, en movilidad, en atractivos culturales, deportivos y de ocio, en el apoyo y desarrollo de nuestro tejido económico y de ofertas turísticas atractivas, además de llevar a cabo las inversiones necesarias que consigan una ciudad cohesionada».
El pacto se apoya en un acuerdo, previo, el de gobernabilidad de julio de 2015 , que supuso un respaldo «light» de los socialistas al no cuajar la opción de la coalición. Los diez puntos de la nueva alianza incluyen rigor y buen gobierno, estabilizar los servicios públicos básicos, dar prioridad al empleo y la actividad económica, convivencia y cohesión social, rehabilitación de viviendas y barrios o transporte público y movilidad.
«Si en este primer año el ritmo de trabajo ha sido muy satisfactorio y hacemos una valoración más que aceptable, con la entrada del Partido Socialista la velocidad de crucero va a ser aún mayor, tendremos mayor capacidad de respuesta », ha proclamado Urtaran. Peneuvistas y socialistas se han mostrado abiertos a trabajar con el resto de formaciones, pero todas, sin excepción, han acogido, sino con rechazo, con abierta frialdad el acuerdo de este lunes.
Fuera del gran acuerdo global
Desde hace semanas las ejecutivas provinciales de PNV y PSE habían mantenido negociaciones para que los segundos se incorporasen al ejecutivo municipal, y a lo largo de los últimos días se habían sucedido las declaraciones que apuntaban a una proximidad del acuerdo . Desde las filas peneuvistas se indicaba que las demandas de sus futuros socios no eran inasumibles.
Vitoria era, hasta ahora, la única gran institución vasca que permanecía fuera del acuerdo suscrito entre ambos partidos tras las municipales y forales , por el que los socialistas apuntalarían a los «jeltzales» allí donde no gozaran de la mayoría necesaria. Fue el caso de las tres Diputaciones o los consistorios de San Sebastián y Bilbao.
En la capital vasca, sin embargo, el PSE decidió no solo no entrar en el Gobierno, sino tampoco apoyar la investidura de Urtaran -se abstuvo-, después de que un edil del PNV en Andoain se saltara la disciplina de partido y no apoyara el nombramiento de una alcaldesa socialista, lo que entregó el bastón de mando a Bildu. Esto fue utilizado por el PSE como argumento para no respaldar al PNV en Vitoria, aunque habían arreciado las críticas porque fueran a sumarse al desalojo de Maroto orquestado por Bildu. Tanto este partido como Podemos e Irabazi dieron a Urtaran los votos necesarios para que fuera elegido alcalde.
A lo máximo que llegaron, en julio del año pasado, fue a firmar un acuerdo de gobernabilidad en Vitoria para toda la legislatura , que no implicaba la entrada de los socialistas en el Gobierno y no pasaba, por tanto, de suponer un apoyo más simbólico que efectivo.
«Gobierno en prácticas»
Maroto, actualmente portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vitoria, ha hecho hincapié en que PNV y PSE solo suman nueve representantes: « A ntes era un Gobierno en minoría para sacar adelante los proyectos de la ciudad y ahora lo sigue siendo . Antes era un Gobierno que no tenía proyectos para Vitoria y ahora lo sigue siendo. Y antes el PP era la única alternativa en la ciudad y ahora, más que nunca, lo sigue siendo».
En opinión del vicesecretario de acción sectorial del PP, «hemos perdido todo un año», ya que desde que Urtaran gobierna en Vitoria «no hemos visto llevar a cabo ni un solo proyecto en nuestra ciudad». «Ahora pasamos de un Gobierno en funciones a un Gobierno en prácticas », ha afirmado.
También se ha pronunciado el ministro de Sanidad en funciones y presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, igualmente exalcalde de Vitoria, quien ha afirmado que se ha escrito «un nuevo capítulo más, no sé si el último capítulo, de un gran engaño y un gran fraude al conjunto de los ciudadanos. De un acuerdo, de un pacto, también apoyándose en aquello que es más visceral, que es más radical y que busca más ruptura entre los ciudadanos entre el PNV, Bildu y Podemos. Bildu y Podemos dieron la alcaldía al PNV a pesar de que el PP ganó las elecciones».
«Hoy se incorpora el Partido Socialista a ese diseño, a ese pacto, a ese proyecto que tenían Bildu y Podemos para nuestro Ayuntamiento. Ya están todos juntos. Están todos junutos en torno a una opción que no es de convivencia , que no es de estabilidad, que no es de centralidad, que no es de moderación», ha advertido Alonso.
