La recta final del juicio del Madrid Arena

El juicio del Madrid Arena llega a su recta final tras casi cuatro meses de batalla en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial. Ayer tuvo lugar la segunda jornada de presentación de las conclusiones finales de las acusaciones particulares. Hablaron las defensas de las familias Belén Langdon y de Rocío Oña, que culpabilizaron al promotor de la trágica fiesta de Halloween de 2012, Miguel Ángel Flores , pero también al Ayuntamiento.

El abogado de la familia de Belén Langdon, Abdón Núñez, señaló como principal responsable de la tragedia al Consistorio, con Ana Botella entonces al frente de la gestión. «A día de hoy, el Ayuntamiento sigue mirando para otro lado », afirmó. Núñez, quien recordó que la joven habría cumplido ayer 21 años, acusó a la Corporación de mantener un recinto sin licencia de construcción ni de funcionamiento, factores que permitieron a Miguel Ángel Flores «tocar el aforo» como le vino «en gana».

No exoneró el abogado de Langdon a ninguno de los 15 acusados por sus «conductas descuidadas y negligentes». El Ministerio Fiscal, sin embargo, ha liberado de responsabilidad al ex jefe de Policía Municipal, Emilio Monteagudo, y al técnico de operaciones de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), José Ruiz Ayuso. «Todos han contribuido a crear peligro, todos eran profesionales y sus actuaciones trajeron cinco fallecimientos», pronunció en la sala.

El representante de los Langdon dio por acreditado que Miguel Ángel Flores puso a la venta más de 37.000 entradas frente al aforo de 10.000 y que lo hizo un mes antes de que se firmara el contrato. También quiso destacar que la actitud del promotor en ningún momento fue colaboradora, ya que escondió las urnas de las entradas y se quedó con ordenadores.

« Se encontraron 22.086 localizadores , lo que significa que entraron 22.086 personas, más las invitaciones», por lo que el número final fue de 22.892 personas, subrayó. Añadió que, por todas las entradas vendidas, Flores ingresó más de 576.000 euros.

Felipe Moreno, representante de la familia de Rocío Oña, destacó en su informe que hubo «un fallo en cadena» de «todos los que participaron» en el evento, destacando que la fiesta se celebró en un edificio del Ayuntamiento, lo que debía haber dado un plus de confianza. «Todo salió mal. El fallo viene en cadena . Hubo una concatenación de errores de todos los participantes que tenían poder de dirección. Desde gestora, organizador, empresas de seguridad y la falta de prestación de unos servicios», manifestó. Además, dijo que se había incurrido en una serie de negligencias que impidieron la evacuación, que debía ser responsabilidad de la empresa Seguriber. Hizo alusión a la apertura del portón de mercancías y del muelle, por los que se colaron en masas miles de jóvenes.

Las dos acusaciones solicitaron cuatro años de cárcel para Flores cada una por cinco homicidios imprudentes graves . En total, el empresario sumaría 20 años de prisión de las cinco víctimas mortales.