El policía degollado en un bar recibió un disparo hace meses por evitar un robo
La víctima frustró el atraco en un comercio de su barrio pero resultó herido en la cabeza por el impacto de perdigones
El policía asesinado el pasado miércoles ya tuvo que enfrentarse anteriormente a alguna situación de máximo riesgo. La última de ellas se produjo hace unos meses, cuando frustró un atraco en un comercio de su barrio en el que recibió un disparo de perdigones en la cabeza. «Nadie se lo reconoció por parte de la Jefatura», lamentaba Carlos Bahón, portavoz de Asociación de la Policía Municipal Unificada (APMU). Ayer, el subinspector y jefe de Relaciones Institucionales del Cuerpo destacaba su labor. «No tenía problemas con nadie», relataba.
Esta es la historia de Juan Ballesteros Peiró , de 47 años, el policía municipal que falleció esta semana después de que un hombre con problemas psiquiátricos le atacase cuando se encontraba fuera de servicio tomando algo en un bar del distrito de Vicálvaro (Madrid). El policía le pidió al agresor que se marchase ante la actitud molesta de este con los clientes del bar y, tras la advertencia, el asesino le rebanó el cuello por la espalda .
Curiosamente hace cinco años, justo un día antes, el 8 de agosto de 2012, Carmen Muñoz, otra policía municipal de 62 años murió de un disparo cuando traba de detener a dos atracadores de una sucursal de Correos en Villaverde.
Las muestras de apoyo a la familia del fallecido no cesaron de llegar ayer y tanto las instituciones policiales como algunas de las principales figuras de la política madrileña condenaron el asesinato.
Sin ir más lejos, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena , en un tuit transmitió sus «condolencias a la familia del agente y al Cuerpo de la Policía Municipal». Por su parte, el concejal del PP en el Ayuntamiento, Orlando Chacón , lamentó el trágico suceso y destacó la «encomiable labor que realizan en defensa de los derechos y la seguridad de los madrileños».
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