Sucesos
Misterio en la Gran Vía: el conductor fantasma volvió al coche a por un maletín antes de huir
Lo tenía un concesionario para venderlo. Se ignora si quien lo usó era empleado, cliente o alquien que lo cogió sin permiso
El coche no arrancaba. El chófer se bajó, cruzó la calle y regresó para poner las luces de emergencia y fugarse
El misterio entorno al conductor fantasma que dejó abandonado el vehículo que conducía en mitad de la Gran Vía, a la altura del número 64 sentido Plaza de España, sembrando el caos y la alarma, comienza a desvelarse. A falta de saber su identidad, sí ha trascendido que su propietaria, una mujer cubana domiciliada en Barcelona , tal y como adelantó ABC, lo quería vender. Por ello, el vehículo, un Nissan Qashqai negro, matrícula 9081 GTV, se lo había entregado a un concesionario de la capital madrileña.
A partir de ahí ya no se sabe quién lo pilotaba. Si era un empleado de la casa de compraventa, un potencial cliente el que lo estaba probando o alguien que lo cogió sin permiso. Eso es lo que se está investigando, una vez localizada la dueña .
Lo cierto es que las cámaras captaron a un hombre de unos cuarenta y tantos años con deportivas , pantalón oscuro y jersey azul, que se bajó del citado vehículo y lo dejó en el carril central. Mide 1,80, es corpulento y está calvo o rapado. Portaba un maletín y una bolsa. Cruzó la calle y se quedó unos minutos parado en la acera, en una esquina. Poco después, volvió sobre sus pasos, puso las luces de emergencia del turismo y se marchó. Dejó las llaves puestas y la puerta abierta.
¿Avería o falta de combustible?
Fue a las 18.37 minutos cuando la Policía Municipal notificó lo ocurrido y se activó el protocolo de alerta por un posible atentado terrorista. Acordonaron y desalojaron el lugar, cortando el tráfico rodado. El coche no figuraba como sustraído . Hasta el lugar se desplazó la Unidad Canina de la Policía Nacional quien examinó el vehículo en busca de explosivos. No hallaron nada sospechoso, por lo que no tuvo que acudir el Tedax . A las 20.00 horas, tras hora y media de incertidumbre y del consiguiente caos circulatorio, una grúa retiraba el vehículo. Este no arrancaba. Se desconoce si se había quedado sin combustible o sin batería después de todo el tiempo transcurrido con las luces de emergencia en funcionamiento , o bien sufría una avería.
En cualquier caso, si fue un fallo mecánico el que provocó que el coche se parara en uno de los carriles centrales, eso no justificaría en modo alguno la actitud del conductor. Lo lógico hubiera sido que llamara a una grúa tras señalizar el siniest ro. A no ser que hubiera cogido el turismo sin permiso. Con todo, por el momento, la Policía no ha detectado ningún delito en lo ocurrido. El huido se enfrenta por ahora a un sanción administrativa por obstrucción grave del tráfico y por estacionar de manera incorrecta.
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