Los guantes que lucen Doña Letizia y las estrellas de la tele
La familia Varadé lleva más de 100 años ofreciendo una gran variedad de guantes artesanales de los más diversos modelos y tonalidades. La alta sociedad y los diseñadores son fieles clientes de la casa
Cortos, medios o tres cuartos; lisos, de lunares o con algún adorno; de piel, raso, satén u organza. Y siempre cuidando al máximo la calidad. Los guantes en la centenaria casa Varadé se han ganado un lugar importante en la moda española. Son los complementos elegidos por muchas celebridades y por diseñadores como Felipe Varela, Roberto Torreta o Pedro del Hierro para engalanar sus creaciones. Y una de las clientas fiel a Varela, la reina Doña Letizia, ha convertido esta temporada el guante en un complemento fetiche de su vestuario en el que no faltan modelos Varadé.
Santiago Varadé comenzó en París su negocio de fabricación de guantes. Estuvo exiliado en la capital francesa durante las guerras carlistas y logró instalar una fábrica en Madrid en 1902, en la calle Montera. Poco a poco fue abriendo sucursales por la ciudad que llegaron a ser quince en los años posteriores a la Guerra Civil. La familia Varadé desconoce los motivos que llevaron a D. Santiago a apostar por este ramo de la moda aunque saben que estuvo dudando entre los guantes y la cerámica. Mandó a su hijo Carlos a Alemania a formarse en pieles y curtidos y contó con su ayuda para expandir el negocio en territorio español. Carlos Varadé falleció joven y su mujer Leonor se quedó al frente del legado junto a su hijo Juan Carlos, cuando éste tenía 18 años. Y a día de hoy dirigen el negocio formado por nueve tiendas físicas y una online , Carlos y Leonor Varadé, los bisnietos del fundador.
En una época en la que el guante era un complemento social , Varadé creció rápidamente y se posicionó muy bien entre una clientela de clase media alta. No tardó en lograr reconocimientos internacionales como los conquistados en la Exposición Internacional de Buenos Aires (1910) y en la Exposición Internacional de Barcelona, donde logró en 1929 la medalla de oro.
Carlos y Leonor no tenían pensado, en un principio, continuar con este legado familiar. «Mi hermano Carlos es economista y empezó a trabajar en el área de marketing. Somos cinco hermanos y dos viven en el extranjero. Carlos entendió que para mantener el negocio debía implicarse en él», explica a ABC Leonor Varadé. En su caso, fue la crisis la que le acercó a la empresa. Formada en Psicología, con experiencia en RR.HH., al quedarse en paro hace seis años se puso a trabajar con su hermano «y ahora estoy encantada, es un negocio muy bonito, donde se aprende mucho y hacemos cosas muy diferentes».
Cambio generacional
Con la entrada de la cuarta generación se han producido importantes cambios en el negocio Varadé. «Los tiempos han cambiado y ahora se utilizan mucho menos los guantes que hace unas décadas. Se asocia al frío y no se ve como el complemento de moda que era antes», subraya Leonor Varadé. De ahí que con la llegada de su hermano a la empresa «se optase por abrir el negocio a otros artículos , como bañadores , para compensar los meses de verano». Además se encuentran medias y calcetines, chales, fulares y sobreros, «siempre de marcas de gran calidad, es lo que nos diferencia», añade.
Actualmente trabajan con una fábrica ubicada en Italia aunque utilizan pieles mayoritariamente españolas. «Se sigue haciendo el guante de forma artesanal, se cose a mano», aclaran los dueños. El material llega a las oficinas centrales y desde allí se distribuye a las tiendas de Madrid, A Coruña, Aranda de Duero, Bilbao Ourense, San Sebastián, Santander, Valladolid y Zaragoza . El diseño de los guantes lo realizan ellos mismos, «nos ayuda nuestra hermana que es diseñadora» junto con la fábrica. «A veces recuperamos modelos antiguos».
De cada modelo de guante existen cuatro tallas diferentes y en casos especiales, como el de las novias, se realizan encargos personalizados. Cuentan con una variedad de 50 tonalidades que les permite satisfacer los más variados gustos de sus clientes. Según explica Leonor Varadé, «los gustos de los clientes cambian mucho según la ciudad de la que hablemos». En el caso de Madrid, «el modelo largo, de tres cuartos, se vende mucho». Ya si hablamos de Valladolid, «donde hace mucho frío, eligen sobre todo los modelos negro o marrón forrados» mientras que en Santander tiene éxito «el modelo de piel estampado».
Un par de guantes de piel, de tres cuartos, cuesta 95 euros. «Se trata de un artículo de lujo para muchas personas, pero como queremos diferenciarnos por la calidad tenemos que optar por el mejor material, y en este campo no tenemos apenas competencia», explica Leonor. El guante más caro que está a la venta es el de piel de pecary , «que te protege y es muy suave», con un precio de 175 euros. Entre los modelos más sofisticados se encuentra también el de piel de carpincho y un diseño recuperado de décadas anteriores, extra-largo, con perlitas en el medio, por donde se puede sacar la mano.
En el almacén de la casa Varadé se guardan muchos modelos de guantes antiguos que les solicitan para el rodaje de películas y series, como es el caso de Acacias 38 . Además ceden muchos modelos para las revistas de moda y en la pasarela Cibeles también se pueden ver guantes de la casa.
La crisis ha pasado también factura a esta casa pero gracias a la diversificación del género han logrado salir adelante. «Tenemos muchas ganas de trabajar y seguir luchando para que las siguientes generaciones puedan seguir este legado», afirma Leonor Varadé.
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