Sucesos
Los criminales métodos de los «Cardarashi» y sus esclavas carteristas
Detenida la banda de ladrones más voraz: «compraban» niñas para robar en las fiestas de los pueblos. Hay 31 arrestos
El puesto de la Guardia Civil de Tres Cantos ha desmantelado, en apenas cuatro meses, al clan de carteristas más organizado y activo de los últimos tiempos. La operación Bulgaris (en referencia a la nacionalidad de todos los encartados) se ha saldado con la detención de 31 personas: 12 hombres y 19 mujeres, de las que once eran menores de edad de 14 a 17 años . La parte femenina del clan era, precisamente, la que era utilizada para cometer los robos. Estaban especializados en actuar en las fiestas patronales de la región de este verano.

Fue durante las de Tres Cantos, a finales de junio, cuando los agentes vieron cómo se les acumulaban de golpe 23 denuncias por sustracciones, sobre todo de teléfonos móviles, en los festejos de esa localidad. Se detuvo a cinco personas, de las que cuatro eran chiquillas. El hecho de que no acudieran sus representantes legales a la exploración (toma de declaración a un menor de edad) hizo sospechar a los agentes de que el asunto era mucho mayor y que había una estructura criminal detrás.

Y así fue. Las adolescentes habían sido «cedidas» por sus padres, residentes en el norte de Bulgaria, para ser «tuteladas» por tres cabecillas del clan de Cardarashi («carterista», en ese idioma del Este) en nueve pisos que habían usurpado a bancos, situados en San Cristóbal de los Ángeles, Villaverde, Carabanchel y Vallecas . Así lo precisó el teniente del puesto, Abel María Seoane, que dio cuenta ayer del dispositivo junto a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, y el comandante de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, Rubén Valero.
Prohibido salir de España
El «modus operandi» era similar al relatado por ABC de las mafias de mendigos rumanos y revienta-pisos búlgaros, aunque esta investigación no ha podido constatar que los padres cobraran por vender o alquilar a sus hijas . Los delitos que se imputan son de organización criminal, blanqueo de capitales y hurto . El juez instructor ha decretado como medida cautelar contra los mayores, que llegan a los 58 años, la prohibición de salir de España y su personación semanal «apud acta».

Siempre actuaban igual. Iban en una o dos células de tres o cuatro personas a los recintos feriales. Distribuían a las niñas y a las mujeres y los varones las controlaban y vigilaban la zona. Aprovechaban los tumultos para hacer como que se chocaban con su víctima, y en ese descuido le quitaban la cartera, el móvil, el bolso o incluso algún reloj de oro. En otras ocasiones aprovechaban que estaban borrachos o drogados para desvalijarles. Cada objeto se lo pasaban a otra chica del grupo, que lo escondía en alguna bolsa escondida entre arbustos. Y así se hicieron Las Rozas, Majadahonda, Villanueva de la Cañada, Torrelodones, Soto del Real,Colmenar Viejo, Pinto, Pozuelo y Talavera (Toledo). Se ha evitado que trajeran a otras 40 chicas para la campaña de Navidad. Pensaban alojarlas en pisos okupas de Parla.

Hay constatados 187 hurtos , pero en los registros se han hallado mil móviles, por lo que serían muchos más. Los trasladaban a Bulgaria en camiones y los vendían a unos 70 euros. El dinero en efectivo lo escondían en los tambores de las persianas en rollos de hasta 2.500 euros. Se hacían «selfies» con billetes de 200 y 500 euros y los teléfonos tras los robos y los subían a Facebook , como si con ellos no fuera la cosa. Luego, utilizaban a mujeres para que volaran a su país con parte del efectivo escondido en la vagina y colaborar con la caja común del cerebro de la trama.
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