Los vinos de las Rías Baixas se lanzan a la conquista de Rusia
La Denominación de Origen está a punto de presentar los datos de exportación y avanza un nuevo récord tras cerrar 2015 rozando los 30 millones de euros de ventas en el mercado internacional
Acaban de cerrar la tercera cosecha más abundante de la última década con casi 60 millones de kilos de uva y todo apunta a que no será solo una de las mejores en volumen, sino también en calidad. En ello confía el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, Juan Gil de Araújo , en clara sintonía con lo manifestado por las distintas bodegas en el último mes. «Hemos tenido un verano extraordinario y justo cuando la viña necesitaba agua nos llovió así que la maduración fue perfecta. Todo indica que ha sido una buena cosecha, aunque hasta que no esté terminado el vino no tendremos la certeza», señala en una conversación con ABC. Respecto a si llegaron a temer por la calidad de la uva tras una primavera lluviosa, afirma que el viticultor en Galicia, en un sector como este tan sujeto a los cambios meteorológicos y máxime en un territorio como el gallego, «sabe bien defenderse de las inclemencias y los ataques de hongos», para reconocer que «no hay dos cosechas iguales».
Las claves del éxito
Pero es precisamente el clima una de las claves a las que se refiere para explicar el éxito de los vinos de las Rías Baixas, cuya denominación de origen ocupa, con 187 bodegas, el puesto octavo entre las 69 de toda España, según el informe anual presentado semanas atrás por The Nielsen Company . Los otros tres pilares son el suelo, el factor humano y la variedad. «El viticultor y el bodeguero han demostrado una constancia tremenda con unas ganas de hacer las cosas y una resistencia a las inclemencias que es de valorar. Además se acertó al no incluir variedades internacionales y limitarnos a las autóctonas, que están perfectamente adaptadas a un clima atlántico difícil y a un suelo, granítico, que cuando deja de llover se seca muy rápido y preocupa», añade Gil de Araújo.
Sobre la calidad de los vinos de la D.O., en su opinión es incuestionable, pero avisa de que «no debemos conformarnos, debemos pelear por la excelencia creyendo en la innovación y apostando por las mejores técnicas de elaboración. «Tenemos unos vinos extraordinarios y el consumidor de Rías Baixas debe saber que está consumiendo uno de los mejores del mundo».
Intensificar la promoción
«Tenemos unos vinos extraordinarios y el consumidor de Rías Baixas debe saber que está consumiendo uno de los mejores vinos del mundo»
En este punto entra en juego las intensas labores de promoción que centran en buena medida las actuaciones de esta denominación de origen y se enfocan, precisamente, al objetivo marcado de su presidente de convertir los vinos de las Rías Baixas en los mejores. De ahí que se atrevieran a presentarse en una región con grandes productores de vino como es Aragón, con un «Túnel del Vino» dirigido a hosteleros, distribuidores, sumilleres, vinotecas y tiendas especializadas. Los vinos de Rías Baixas representan el 5,2 por ciento del mercado del área Noreste (Huesca, Zaragoza, Baleares y Cataluña, con excepción del área metropolitana de Barcelona). «Estamos realizando un esfuerzo de promoción importante, aunque seguimos trabajando en las calderas con el proyecto de certificación del panel de cata que nos exige la normativa europea», señala Juan Gil.
Recuperando posiciones
«Frescos, elegantes, versátiles, capaces de maridar con cualquier gastronomía y tomarse en cualquier momento», así define los vinos de las Rías Baixas que, tras un par de años abonados a una «tendencia de estabilidad, recuperan posiciones en la carrera» con una importante penetración en el canal de la hostelería, pero también en alimentación. Los principales mercados nacionales siguen siendo los naturales de la D.O., con especial presencia en el noroeste, pero gana posicionamiento en las dos grandes áreas metropolitanas, Madrid y Barcelona . Con una fuerza de venta en 70 por ciento, la competencia hace necesariamente que parte de los esfuerzos se enfoquen al mercado exterior. «No es que no haya sitio para todos, pero si no nos abriéramos a los mercados internacionales estaríamos dándonos codazos», apunta.
Pulso internacional
«Es sorprendente y muy gratificante ver, cuando visitas algún país de Estados Unidos, cómo pequeñas bodegas están muy bien posicionadas»
La necesidad de salir al exterior es algo que tienen interiorizado las bodegas amparadas por este Consejo Regulador y no hay más que fijarse en las cifras. En el año 2000 las bodegas que exportaban apenas llegaban al medio centenar, hoy más de la mitad de las 189 lo hacen. A punto de presentar nuevas cifras de exportación, Gil de Araújo avanza que se mejorarán los números del pasado año, cuando se cerró el ejercicio con récord de ventas en el mercado internacional rozando los 30 millones de euros. « Estamos consolidando datos y dentro de pocos días podremos dar muy buenas noticias», asegura el presidente del CRDO Rías Baixas en su charla con este diario.
Su principal mercado de referencia, aunque con una importante presencia en Reino Unido, Alemania, México, Japón... y «hasta 60 países a lo largo y ancho del mundo», sigue siendo Estados Unidos. «Resulta sorprendente ver cómo cuando viajas a ciertos lugares de Estados Unidos pequeñas bodegas están muy bien posicionadas, es un mercado magnífico», dice quien ve en Rusia y Polonia dos mercados con un importante potencial para los vinos de la D.O., a cuya conquista se lanzarán en breve. Como ejemplo, explica que «el polaco es un consumidor que cree que el vino debe ser un producto más barato y es difícil penetrar, pero esto está cambiando». Y entremedias, el vino blanco sigue ganando terreno al tinto y no porque el consumidor haya cambiado sus gustos, sino porque «el consumidor ya no es el mismo» y fideliza a mujeres y jóvenes.
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