EDUCACIÓN

Un instituto de Guitiriz, ejemplo de cómo formarse lejos del pupitre

Este centro ha recibido el Premio Nacional de Educación por sus trabajos en el ámbito audiovisual

Los alumnos, premiados en el festival Ouff CEDIDA

P. ABET

En el Instituto de Guitiriz, que lleva el nombre del poeta Díaz Castro, no hay clases magistrales . Aquí las lecciones no se limitan a la lectura de manuales de texto y las calificaciones de los alumnos no dependen únicamente de su capacidad de retención. Nada que ver. La nota de cada estudiante se valora en función de los resultados de sus exámenes y de sus trabajos, pero también se puntúa su capacidad para plantarse ante un público determinado y exponer una serie de ideas. Saber defender sus opiniones ante un auditorio y demostrar dotes de expresión es fundamental en este centro lucense. Tanto, que forma parte de la calificación global de cada alumno en todas las materias. Es el germen de una forma de entender la educación y el aprendizaje que le ha valido a este instituto de secundaria el Premio Nacional de Educación.

El reconocimiento —que además cuenta con una dotación económica— no es flor de un día, tal y como explicó la vicedirectora del centro, Elena Haz, durante una charla con ABC. «Hay mucho esfuerzo detrás, que ahora ha cristalizado en este premio» , afirma esta profesora de Lengua y Literatura que insiste en la importancia de motivar a los alumnos para lograr resultados. Se trata de un filosofía que pusieron en marcha hace años y que ahora cuenta con una cantera de jóvenes preparados y, sobre todo, motivados. Algunos de ellos forman parte de un grupo de excelencia nacido al amparo de las ayudas de la Xunta que engloba a chicos con muy buenas calificaciones y a otros que destacan por su perfil personal y de liderazgo.

La clave, en la implicación

De esta unión han surgido proyectos que traspasan las paredes del centro: rutas turísticas en las que los estudiantes actúan como guías , juegos didácticos, habilitación de páginas web y aplicaciones móviles o el rodaje de documentales que también les ha valido un galardón en el Festival Internacional de Cine de Orense por el film «Os camiños esquecidos», una recreación sobre el poeta insignia del instituto por el que apostaron como homenajeado de las Letras Galegas 2014. A Díaz Castro dedicaron buena parte de las actividades que fueron valoradas para su reconocimiento a nivel nacional. Un premio que los más de 200 estudiantes de este instituto y toda la comunidad educativa que los rodea acogieron con alegría. La vicedirectora del instituto aclara que en este premio han contado con la implicación de los profesores y de los estudiantes, pero también de los padres, del personal de limpieza y de todas y cada una de las personas que cada día acuden al centro. De ahí que sus rostros formen parte de las piezas audiovisuales que estos alumnos montaron en horas lectivas y también en su tiempo libre. Acerca de la implicación de los jóvenes —la mayoría de ellos de edades comprendidas entre los 14 y los 16 años— Haz explica que han logrado crear una cantera que ya está dejando en herencia a las nuevas generaciones. «Ellos ya se encargan solos de que ceder la gestión a los nuevos que vienen detrás», reconocen los profesores.

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