La Galicia de ayer y de hoy
La Xunta publica una serie de imágenes aéreas de las siete ciudades gallegas en 1946 en donde se aprecia su evolución
Que poco tiene que ver la imagen que ofrecían las ciudades gallegas en 1946 con la de la actualidad es un hecho que nadie pondría en duda hoy en día. No obstante, comparar la evolución de las zonas urbanas, los movimientos en los núcleos de población o el impacto de las nuevas infraestructuras está al alcance de cualquiera desde ayer gracias a la publicación por parte del Instituto de Estudo do Territorio (IET) de una serie de imágenes aéreas de la década de los 40 que permiten comparar la evolución de las siete urbes gallegas en las últimas seis décadas.
Se trata de un total de siete fotografías que el ejército norteamericano tomó desde el aire en 1946 y que ahora han sido incorporadas al sistema de información geográfica del IET. Una información «valiosa y costosa» en palabras del organismo dependiente de la Xunta, por la dificultad de recopilar todos los datos técnicos necesarios varias décadas después. Estas ortofotos — como así se conocen en lenguaje técnico— resultan de gran valor para realizar cualquier tipo de estudio sobre la evolución del territorio, ya que este tipo de imágenes permite elaborar mapas con total precisión al reflejar realidades de gran tamaño a escala y libres de deformaciones. Tras ser incorporadas ayer al visor de información del Gobierno gallego podrán tener acceso a las mismas todos los ciudadanos que deseen consultarlas o cualquier administración que las pueda necesitar en un futuro para elaborar algún tipo de comparativa.
Proyecto nacional
La publicación de esta serie de ortofotos por parte de la Xunta forma parte de un proyecto de recogida de este tipo de datos en el que está trabajando el Instituto de Estudo do Territorio dentro del Plan Nacional de Ortografía Nacional histórica, que cuenta, además, con la colaboración del Ministerio de Defensa. La finalidad del proyecto es conservar y compartir este tipo de imágenes con gran valor histórico y cultural para «mantener viva la memoria colectiva de Galicia» al tiempo que se le facilita a la sociedad el acceso y consulta de este tipo de datos que, de otra forma, serían difíciles de adquirir.