Esther Arizmendi: «Galicia volverá a ser puntera con su futura ley de transparencia»

La presidenta del Consejo de Transparencia estatal elogia en la Egap la «precocidad» gallega en este ámbito

Martín Mª Razquin, coordinador del curso, la directora de la Egap y la pta. del Consejo de Transparencia M. Muñiz

A. COCO

Hay mucha inquietud en Galicia con la entrada en vigor de la ley de transparencia para comunidades autónomas y ayuntamientos . Así se evidenció en el alto número de funcionarios —de ámbitos como el urbanismo, la supervisión de convenios o los archivos— que participaron este jueves en las diferentes charlas sobre esta materia celebradas en la Escola Galega de Administración Pública (Egap), y por la cantidad de preguntas y matices formuladas a los ponentes. La jornada la inauguró la presidenta del Consejo de Transparencia a nivel estatal, Esther Arizmendi , quien reivindicó la independencia del órgano que dirige dado que su mandato no está sujeto a vaivenes electorales.

Arizmendi elogió la ley de transparencia y buen gobierno que prepara la Xunta al entender que irá más allá de lo fijado por el Gobierno central. «La ley gallega va a ser puntera», aseguró al recordar que en 2006 la Comunidad aprobó su primera normativa a este respecto «en la que se hablaba de aspectos de los que se habla ahora. Ya entonces Galicia clamaba por la transparencia y ahora vais a tener una ley que va más allá. Es el valor de la precocidad ».

Desde esta semana es obligatorio que los ayuntamientos den los datos que se les piden, pero muchos no están preparados para ello

La experta afronta con mucho optimismo la etapa que se inicia al sumarse al derecho a saber todas las entidades locales, aunque no oculta las dificultades que ha experimentado desde que accediera a su cargo hace un año y las que vendrán ahora, puesto que muchos pequeños concellos no han hecho aún sus deberes de equiparse con un portal en internet en el que facilitar la información que la ley establece y tampoco disponen de los recursos suficientes para satisfacer la posibles solicitudes que los ciudadanos realizarán.

A por el cambio cultural

«El cambio cultural va a ser lo más difícil —sostuvo Arizmendi—. Preguntar ya no es de mala educación, sino de buenísima . Los datos han pasado a ser propiedad de los ciudadanos, que pueden exigirla. La administración solo los custodia». España llega mucho más tarde a la transparencia que la mayor parte de los países de su entorno y, según algunos especialistas, no con una ley incompleta. Por ese motivo, la ponente animó a darle uso ya que «crecerá a medida que la vayamos exigiendo» .

Sonia Rodríguez-Campos , directora de la Egap, no olvidó en su intervención que « la ley de transparencia es una herramienta de control fundamental y efectiva en la de lucha contra la corrupción» . Es una opinión compartida por Arizmendi, pues «quien se siente observado comete menos errores». Para que la nueva norma cumpla su objetivo, pidió a los funcionarios «que se pongan en el lugar del que lee la información. Si no lo entiende, no sirve» y que «pasen de la obligación a la devoción».

Unas de las cuestiones que más controversias suscitó fue la colisión entre el nuevo derecho a saber de los ciudadanos y la protección de datos . Arizmendi fue tajante y explicó que solo se tendrán en cuentan aspectos de las personas físicas (de las jurídicas no) sensibles como ideología, orientación sexual, de salud o infracciones penales. Ante la duda, recomienda consultar al Consejo de Transparencia siempre.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación