Comité Nacional del PSdeG
Besteiro anuncia primarias entre una creciente contestación interna
Las agrupaciones de mayor peso reprochan al líder socialista los resultados electorales
José Ramón Gómez Besteiro enfrentó ayer su Comité Nacional más difícil. Los reproches de los críticos fermentaban desde hace tiempo y sólo hacía falta esperar «el momento» para verbalizarlos en el máximo órgano entre congresos del PSdeG-PSOE. La sala del Comité se llenó de rostros poco frecuentes, esta vez asistieron al cónclave unos 250 militantes de los 411 miembros , y se produjeron más de 60 intervenciones. Todo parecía nuevo, y hasta la organización decidió incorporar el logo rediseñado del partido.
El secretario xeral tomó la palabra. A las 10.30 horas y pocos minutos después anunció que convocaría un Comité Nacional Extraordinario en el mes de febrero para «diseñar el calendario electoral y el proceso de primarias para elegir candidato a la Xunta ». Algunos militantes remarcaron que fue un «anuncio obligado». En todo caso, Besteiro siguió con su guión y volvió a sorprender cuando revisó su propia posición sobre el resultado electoral del 20 de diciembre. Tras las generales afirmó «sentirse satisfecho» , pero ayer manifestó que «los resultados no fueron buenos para un partido que aspira a liderar el cambio» . Su radiografía incluyó zonas críticas: «Una brecha en las zonas urbanas y entre los más jóvenes». Y en su vocabulario volvió a aparecer el «plan de estabilidad» del partido, referido al proceso de amortización de deuda.
En todo caso, fueron las intervenciones de los barones locales las que desataron la tormenta. Todas se produjeron bajo un común denominador: exigencia de primarias y necesidad de articular un proyecto político. Una de las primeras en explicitar la posición fue la coruñesa Mar Barcón. Calificó los resultados como «malos» y aseguró que el problema electoral no «sólo estaba en la ciudades, sino también en pueblos pequeños y medianos donde el PSOE quedó en tercer lugar». En la misma línea, la teniente de alcalde de Ferrol, Beatriz Sestayo, censuró la política de nombramiento de cargos de acuerdo con el PP , citó a la valedora do Pobo y calificó los resultados electorales como malos.
Unos de los platos fuertes fue la intervención del eurodiputado J osé Blanco . El veterano dirigente se dirigió a la secretaria de Organización , Pilar Cancela, para decirle: «No puedes dar lecciones de ganar elecciones» , al tiempo que reprochó a Besteiro que culpase al presidente Zapatero de los resultados electorales, obviando que en esa etapa el PSdeG estaba gobernando. Por su parte, militantes de En Positivo , como Pablo Arangüena o Martín Seco, remarcaron que el PSdeG había quedado en tercera posición e instaron al partido a articular «un proyecto político». También desde Santiago, la exsecretaria María Bugallo denunció «el pucherazo» en la agrupación local y culpó directamente a Pilar Cancela. Exigió la disolución de la Ejecutiva gallega.
También llamaron la atención las intervenciones de algunos de los representantes de Lugo. En concreto, desde la agrupación socialista de Becerreá se criticó la actuación de_Besteiro. También el diputado y exsecretario provincial, Juan Carlos González Santín , se mostró disconforme con los resultados electorales e instó a buscar las causas inmediatas. La prolongación de las protestas fue de la mano de la delegación orensana. Tanto la excandidata al Senado, Teresa Taboada , como la secretaria de Organización de Orense, María Quintas , cuestionaron la estrategia seguida en las elecciones y exigieron un cambio de rumbo . Mientras, la delegación viguesa permaneció en silencio y Abel Caballero no asistió.
Los fieles a Besteiro
Gómez Besteiro también recibió apoyos . Algunos entusiastas como el de la secretaria de la agrupación local de Orense, Carmen Dacosta , o el de Modesto Pose . Precisamente, fue el senador el penúltimo en tomar la palabra y en reivindicar el valor político del secretario xeral. Su intervención finalizó sin recibir un solo aplauso de los asistentes.
El último en abandonar el Comité Nacional del PSdeG fue el secretario xeral. A las 16.20 horas dejó el hotel acompañado por sus colaboradores que repetían: «un déjà vu». El entorno de Gómez Besteiro trabajaba con la hipótesis de la previsible protesta y trató de normalizar la rebelión de los «compañeros» por muy relevantes que fuesen, porque «son los de siempre». El líder de los socialistas gallegos se fue sin hacer declaraciones, con «buen ánimo» y con la fecha de las primarias debajo del abrigo.
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