La asignatura pendiente del rural
La prevención de riesgos laborales está casi ausente en el campo gallego, que tiene al tractor como su arma más letal
En los últimos años los ingenieros agrícolas han realizado minuciosos estudios para diseñar cubículos de establos en los que las vacas frisonas estén lo más cómodas que sea posible y produzcan más leche. Sin embargo, es difícil encontrar alguna cuadra pensada para que los ganaderos no sufran accidentes . Pisotones, patadas, golpes o atrapamientos forman parte del día a día en el rural gallego , en el que la prevención de riesgos laborales continúa siendo una de sus grandes asignaturas pendientes.
Preocupado por esta problemática, el ingeniero agrícola y técnico superior de Prevención de Riesgos laborales, Xosé Manuel López decidió dedicar toda una tesis doctoral a analizar los peligros del rural. El primer problema que detectó, apunta el investigador, fue la ausencia de bases de datos fiables para poder realizar una radiografía certera de la situación. «Hay muchísimos accidentes que no están recogidos en las estadísticas» , explica López, que aún así analizó 16.453 registros del Issga (Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral) entre el año 2004 y 2014.
La mayor parte de las explotaciones agroganaderas son familiares y sus trabajadores cotizan como autónomos. Pocos lo hacen por contingencias profesionales, con lo que quedan excluidos de notificar obligatoriamente sus accidentes, incluso los mortales.
Con los datos disponibles, López concluye que la herramienta de trabajo que produce más muertes en el rural es el tractor . Además, no todos los casos figuran como accidentes laborales, porque si el siniestro se produce por carretera se computa en los balances de tráfico. López demanda más formación para utilizar este vehículo adecuadamente e indica que dada la orografía del terreno, a menudo, muchos campesinos fuerzan la máquina en pendientes imposibles hasta que acaba volcando.
Aunque menos letales, las subidas y bajadas del tractor también provocan gran cantidad de bajas laborales y constituyen el accidente más frecuente. «Hay que bajarse mirando hacia el tractor, pero casi todo el mundo salta hacia delante» , explica el autor de la tesis. «Los tractores están exentos de toda normativa dentro de la explotación, solo deben pasar la ITV si los usas por la carretera, también se pueden conducir sin carné dentro de la finca», explica el técnico en prevención de riesgos laborales, que considera que debería extremarse el control y la formación de quienes los manejan para evitar muchos accidentes.
Si el tractor es el arma más letal del mundo rural , la motosierra es la más peligrosa. Esta herramienta es la que más accidentes provoca. «Las motosierras están relacionadas con numerosos accidentes debidos a prácticas inseguras y a procedimientos de trabajo incorrectos, principalmente en la ejecución de la corta, con numerosos casos de pérdida de control del equipo debido a rebotes», explica el autor de la tesis. La mayor parte de los heridos son hombres dado que el sector forestal presenta una gran ocupación masculina.
Ordeño
Los siniestros que más afectan a las mujeres son los relacionados con el ordeño de las vacas . Pese a la ausencia de notificaciones, en los once años analizados para la tesis, Xosé Manuel López contabilizó más de mil accidentes relacionados con los animales. «Habría que implantar vías de circulación diferentes para los operarios y para los animales», concluye.
Xosé Manuel López cree que hay mucho que mejorar en materia de riesgos laborales en el rural. Explica que falla la formación de los propios ingenieros agrícolas que apenas tienen asignaturas referentes al tema y recomienda a las administraciones públicas una mayor implicación en la seguridad laboral en el campo.
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