Justicia
El valenciano afectado por el ruido: «Sufría ansiedad y estaba fuera de mí, el no dormir me ponía nervioso»
El Tribunal de Estrasburgo ha condenado a España tras la denuncia de Miguel Cuenca hace ahora veinte años

Miguel Cuenca, el vecino de Valencia afectado por el ruido al que el Tribunal de Estrasburgo acaba de dar la razón , ha señalado a EFE que, después de veinte años desde que inició el proceso, casi no contaba ya con esa sentencia, y ha opinado que la "constancia" en su reivindicación ha dado sus frutos.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España por no proteger a Cuenca de los ruidos nocturnos provocados por locales de copas y terrazas en su vivienda, ubicada en el barrio de San José, tras considerar que "ha probado suficientemente las consecuencias que el ruido ha tenido en su salud".
Cuenca, que acudió a los tribunales en 1998 y tiene ahora 87 años, ha señalado que la sentencia le parece "muy bien", pues contar con un fallo favorable después de tanto tiempo es "una alegría muy grande".
"Pienso que hice bien y que esto puede servir para que algunos se lo piensen y los Ayuntamientos se den cuenta de que estas cosas hay que tomárselas en serio", ha indicado este vecino, para quien se ha demostrado que "tenía razón".
Ha admitido que "no todo el mundo está dispuesto a gastarse un dinero ni a insistir tanto" en esta cuestión, y ha rememorado cuando acudían a los plenos municipales a final de mes con una pancarta en la que reivindicaban que querían dormir.
Ha asegurado que lo pasó "muy mal" con el ruido en su vivienda, que alcanzaba en su habitación los 50 decibelios cuando el máximo permitido por al Ayuntamiento por la noche eran 30 decibelios, lo que le provocó ansiedad y le obligó a hacer obras de aislamiento en su casa, así como trasladar la habitación a la parte trasera.
"No tuve más remedio que presentar una denuncia", señala Cuenca, quien explica que por aquel entonces era el presidente de la asociación de vecinos del barrio pero la presentó a título particular , y ha considerado que su constancia y la de su abogado "ha dado resultado".
Cuenca ha indicado que no pensaba que el proceso "se alargaría tanto", y de hecho ha recordado que la primera sentencia que condenó a España por contaminación acústica, la que dio la razón a otra vecina de la zona, Pilar Moreno Gómez, salió en 2004 y la denuncia se había presentado en 2001 ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Ha indicado que el ruido que sufrían la vivienda le "alteraba", le obligaba a tomar tranquilizantes y le hacía incluso discutir con su mujer: "estaba fuera de mí, no era yo, porque el no dormir me ponía nervioso".
Cuenca ha indicado que la situación actual del barrio es "un poco mejor" y no se parece "en nada" a la de hace dos décadas, cuando era una zona de copas y "de borrachera" , hasta el punto de que "no se podía vivir" y no podían pasar ni los coches "de tanta gente como había en la calle bebiendo".
"Era un barrio insoportable realmente", ha destacado este vecino, al que el ruido le llegaba a pesar de vivir en un tercer piso y quien resalta que no tenía capacidad económica para poder irse a vivir a otra zona.
Asegura que es un "luchador fuerte" y que "pesados" como él "hay pocos", pues después de tanto tiempo podía haberlo "dejado estar".
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