Caso Emarsa
Así se repartía el dinero la trama de Emarsa: «Han llegado los camiones»
El exgerente afirma que la empresa pública pagó viajes y alojamientos a una «chica» con la que estuvo viviendo dos años y a otra «amiga» suya
![Imagen de Esteban Cuesta tomada a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Valencia](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2017/05/11/1cuesta-k8AE--620x349@abc.jpg)
Esteban Cuesta pasó de ser director de enfermería del área de Sagunto a gerente de la empresa pública Emarsa desde 2004 a 2010, y ello pese a que no tenía "ningún" conocimiento sobre depuradoras o aguas y sigue sin tenerlo. El sanitario recibía dinero por facturaciones ficticas e hinchadas y luego lo repartía, según ha manifestado, con el expresidente de la entidad y exvicepresidente de la Diputación de Valencia, Enrique Crespo ; y con José Juan Morenilla e Ignacio Bernáce r, ex altos cargos de la Epsar.
Cuesta, quien también ocupó el cargo de alcalde pedáneo de Benimàmet-Beniferri (PP) , se ha pronunciado así en su declaración en la sexta sesión del juicio por la pieza principal del caso Emarsa, procedimiento en el que se ha investigado un supuesto desfalco de más de 25 millones de euros en la gestión de la depuradora de Pinedo (Valencia). "Yo aquí vengo a decir la verdad que he vivido", ha insistido en varias ocasiones. Y también ha pedido "perdón".
Según ha comentado en el juicio, quien le puso en Emarsa fue Enrique Crespo. "Estaba 24 horas a su disposición". "Me propuso el cargo y me lo tomé como un reto personal. En el PP, en esa época, solo se podía acceder a mejoras políticas o bien porque un cargo importante te mete , por enchufismo, o por estar cerca de alguien".
Cuando le propuso este cargo, ha señalado que le comentó a Crespo que él era enfermero y que solo se encargaba de gestionar el centro de salud. " Le dije que no tenía formación y la contestación fue 'no te preocupes absolutamente de nada que yo llevo allí años y ya está todo montado". "Me lo tomé como una mejora y ha sido todo lo contrario", ha lamentado. "Me pidió máxima discreción y la cumplí", ha aseverado. "Luego, un día me llamó y me dijo que fuera a la depuradora, que ya había sido nombrado gerente. Cuando llegué, me estaba esperando con una placa que ponía 'Presidencia'".
Al empezar a trabajar en Emarsa -- primero con un sueldo de 65.000 euros anuales y posteriormente con 93.000 --, ha dicho, no tenía "ni idea" de lo que eran poderes --tenía poderes con un límite de 60.000 euros-- y ha apostillado: "Yo en mi vida lo que había hecho era cobrar de Conselleria y pagar la gasolina del coche. Y tener una cuenta corriente, de ahorro".
Una vez en la mercantil, estaba "al servicio" de Crespo: "A mí dónde me ha llamado Crespo, he ido . Nos hemos reunido en la depuradora, en la Diputación, en la Emshi, en un hotel, en su casa... Me reunía con él todos los meses porque le tenía que entregar cantidades de dinero", ha confesado.
Cuesta ha reconocido que principalmente el empresario José Luis Sena le realizaba entregas de dinero que debía repartirse con Crespo, Morenilla y Bernácer. " Primero me traía el dinero en efectivo a la planta, y luego me dio ocho tarjetas con sus PIN a nombre de Jorge I. Roca --empresario fugado--". Ha indicado que se pasaron a usar las tarjetas ante el "miedo" de que "las personas que traían el dinero por la autopista fueran paradas por los Mossos d'Esquadra y vieran el maletín".
Cuando entregó las tarjetas a sus compañeros, les indicó que no debían sacar más de 500 euros al día por tarjeta hasta que se consumiera el saldo y también les aconsejó no acudir siempre a los mismos cajeros por si había cámaras de grabación. Llegó un momento en que su hermana se ocupaba de extraer el dinero a cambio de una cantidad, ha manifestado.
Inicialmente, cuando repartía el dinero en efectivo, ha expuesto que avisaba a Crespo y Bernácer normalmente por SMS. " El mensaje clave era 'Han llegado los camiones' o 'Tengo unas fotografías que enseñarte'". "Y he llegado a organizar los cuatro sobres de dinero hasta en el aseo de la Epsar", ha aseverado. También le ha dado dinero a Bernácer en su coche. Dejaba los sobres en la guantera, ha manifestado.
Cuesta, quien ha reconocido ante el tribunal haberse llevado dinero de diferentes contratistas de Emarsa, "todas ellas del PP" , y 2.500 euros mensuales del exinformático Sebastián García, conocido como 'Chanín', "una de ellas que ni se investiga en el procedimiento", ha indicado que realizó dos viajes particulares a Rumanía y otros --no cuantificados-- para " buscar mercado en el país". Todos ellos fueron abonados por Emarsa, ha reconocido.
Asimismo, Cuesta ha aseverado que la empresa pública pagó alojamiento de hoteles y viajes a otras personas que no trabajaban en la entidad. Una de ellas, "hermana de una chica" con la que estuvo viviendo casi dos años; y otro, a otra "amiga" que tenía.
También cargó en la cuenta de Emarsa diferentes comidas en restaurantes, "algunas relacionadas con Emarsa y otras muchas particulares" y se encargaba de comprar regalos. "Algunos de los regalos eran VIP y era Crespo quien me decía a quién debían ser entregados. A mí me ha regalado una fuente de cerámica de tres pisos, igual que al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps".
Luego había otros regalos para personas "que no eran VIP": miembros del Consejo de Administración --18-- y trabajadores. "A los del Consejo se les daba en Navidad un décimo de lotería que Crespo me hacía comprar, una caja de navidad y un bolígrafo Montblanc. Nos íbamos de comida a un restaurante de Malvarrosa y después yo me llevaba en el bolsillo entre 4.000 y 5.000 euros", ha dicho. " Crespo me encargaba comprar décimos de Navidad para el Consejo de Administración . Eran 18 y compraba 50", ha apostillado. Asimismo, ha afirmado que 'Chanín' entregaba material tecnológico al exconcejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Valencia y expreidente del PP en la ciudad, Silvestre Senent, entre otras personas.
Cuesta, quien en un momento del juicio también ha indicado que ha llegado a dar conferencias de depuración de aguas residuales "tras memorizarlo y soltarlo", ha afirmado que Crespo le ha llegado a ofrecer pagarle un abogado. "Me llamó y me dijo que no le quedaba más remedio que ponerme una querella, que no me preocupaba que no me iba a pasar nada. Esto ya no me sienta muy bien", ha manifestado.