Vicente Vera - TRIBUNA LIBRE

Psicología del fracaso

«Espero y deseo que todo el mundo comprenda que con lo de comer no se juega»

Durante las dos últimas semanas no ha sido posible articular alguna solución de corte pactista que pretendiera dar con una solución política a todo lo que se ha desencadenado como consecuencia de la aplicación del ya manoseado artículo 155. No debemos olvidar el total conocimiento que tanto el Govern de la Generalitat -capitaneado por ese liderazgo bicéfalo de Puigdemont y Junqueras y asistido por la presidenta de la Mesa del Parlament, la señora Forcadell - como el resto de fuerzas soberanistas e independentistas eran absolutamente conocedores de la gravedad política y jurídica en la que estaban incurriendo cuando de manera muy prosaica celebraban el ritual de la declaración de la república independiente de Cataluña. Eran conscientes de la trascendencia penal que aquellos hechos insólitos iban a producir sobre todos y cada uno de ellos.

Transcurridos ya unos días desde aquel sinpar suceso poco menos que kafkiano, no alcanzo a comprender cómo ha sido posible que nadie , ni personal ni colectivamente, hubiera reaccionado con mayor cordura ante semejante escenario bufonesco. Como si nadie supiera lo que, a través de la Historia en mayúsculas, ha costado siempre y en todos los países democráticos organizar una revolución política como la que pretendía la CUP y todos los socios marionetas. Cabe argüir la mímesis de querer asimilar el «procés» con la celebración de la Revolución de Octubre en la URSS en 1917, y querer autoinmolarse en todos y cada uno de los personajes históricos de aquel cambio político. Podemos pensar en V.Illich Lenin, Leon Trotsky, Josef Stalin, Molotov y otros protagonistas del bolchevismo revolucionario. Arropados con las esteladas, himno y agitación juvenil han sido el cóctel perfecto para tomar el Palacio de Invierno, versión botiguer. Ahora solo queda templar y mandar. Ser capaces de organizar unas elecciones autonómicas responsables y pacíficas que estimulen y motiven a toda la población de Cataluña a votar por un nuevo marco político en el Parlament, alejado de toda la farfolla corrupta y mafiosa que durante treinta años ha distorsionado la realidad social de una comunidad autónoma.

Pasamos, ahora, a otro estadio, a otro nivel de circunstancias que han golpeado la economía de Cataluña y que todavía se está tambaleando. Espero y deseo que todo el mundo comprenda que con lo de comer no se juega. Los países crecen por las empresas que crean empleo y no se les embiste con argumentos revolucionarios. De modo que ahora toca reconducir a Cataluña y a sus empresas allí asentadas hacia la senda de la normalidad constitucional respetando la economía social de mercado. Si esto no sucediera a corto plazo y continuaran las huelgas políticas y la agitación de los funcionarios y colaboradores del gobierno soberanista además de continuar manteniendo posiciones radicales y que avizoran cambios en sus bolsillos. Esta actitud perjudicará a todos los trabajadores del resto de España por el declive del tirón de la economía española. El PIB es la brújula y el faro que ha de vislumbrar la capacidad de crecer y crear más empresas y más empleo.

Solo nos faltaba que ahora que la globalización nos amenaza y nos reta con transformaciones como la economía digital y la robótica, le facilitáramos la tarea para convocar a los malos espíritus y ahuyentáramos a los capitales que con toda seguridad sembrarían de negocios este gran país. Ya nos dejó advertido el escritor y periodista del siglo XIX Thomas Carlyle que la economía no es una ciencia alegre y divertida, más bien la veía como una ciencia lúgubre y triste. No demos más motivos para volver a tiempos que habíamos superado con el consabido esfuerzo y sacrificio haciendo nuestra aquella expresión pronunciada por Sir Winston Churchill “sangre, sudor y lágrimas” en 1940. ¿Nos acordaremos de los días más difíciles sufridos entre 2008- 2012?

No deberíamos olvidar con urgencia todo lo sufrido durante el impacto de la Gran Recesión en nuestras vidas y sobre todo las secuelas tan dañinas que provocó en el tejido social y empresarial. No es la primera ocasión que traigo a colación las tesis que pueden encontrar en uno de los libros que hay que tener en casa para evitar ser contaminados por la manipulación de algunos de nuestro líderes políticos que perseveran en conducirnos hacia el precipicio.

Este libro que les aconsejo tengan muy a mano para impregnarse un poco cada día, no es otro que el facturado por dos grandes economistas, Daron Acemoglu y James Robinson , y que lleva por título “Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”. Y viene al pelo después de haberse producido el choque de trenes entre el Estado y el govern de Cataluña. Mientras las políticas del gobierno de Rajoy vienen siendo de carácter inclusivo, las que proponían los golpistas marcaban un sentido más extractivo. De haber seguido con la iniciativa independentista, y visto el despropósito de su conseller de Economía, Oriol Junqueras , ante el despilfarro económico de las rentas procedentes de impuestos de todos los catalanes habríamos asistido a un empobrecimiento generalizado de esta comunidad autónoma caracterizada por su riqueza y potente actividad económica. Por eso el estudio de Acemoglu y Robinson explica que manteniendo instituciones extractivas diseñadas para extraer rentas y riqueza de un conjunto de la sociedad a fin de beneficiar a un colectivo demasiado selectivo. Mientras que las instituciones inclusivas reparten el poder y fortalecen la libertad económica y la creación de riqueza para la mayoría.

Persiste la incertidumbre a pesar del freno legal a la orgía de los indepes , habrá que esperar, por tanto, a las próximas elecciones del 21 de diciembre en Cataluña para desfacer el entuerto político que permita confiar en la formación de un gobierno alejado del soberanismo ultrarradical y que sea capaz de cohesionar las instituciones inclusivas que nos aconsejan los economistas citados. Ya les digo y me reitero en aconsejarles que tengan este manual muy cerca para poder reaccionar ante cualquier eventualidad de cambio de planes. Nos jugamos mucho con este desafío a la economía española.

Oriol Junqueras ROBER SOLSONA

Para terminar quiero recordar uno de los últimos artículos de un gran periodista español como Manuel Hidalgo . Procuro leer todo lo que publica en un medio nacional - además de ser un cinéfilo de altura. En dicho trabajo aludía a una teoría denominada Patocracia, establecida por el psiquiatra polaco Andrzej Lobaczewski. A su vez también estableció los fundamentos de la Ponerología, o sea, el estudio del mal en relación con situaciones políticas injustas. En cuanto al término Patocracia lo definió como “un sistema de gobierno creado por una pequeña minoría patológica que toma el control de una sociedad de personas normales”. Ojo avizor y miren por internet.

Psicología del fracaso

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación