Mónica Oltra y las «fuerzas del tongo»

La Comunidad valenciana se ha convertido en la casa de los espejos para el experimento de gobierno de las “fuerzas del tongo”. Experimento que, desde diciembre, no para de explotarle en la cara a Pedro Sánchez . Los valencianos vivimos en una de esas casas que, por culpa de alguna leyenda, acaba maldita y a la venta al arbitrio mediático a un precio demasiado bajo. Esta leyenda se llama “gobierno a la valenciana” , el cual no es más que la fábula experimental obtenida gracias a la proyección de uno de esos falsos espejos construidos por Compromís, cuya intención es la de, además, deformar su realidad política y la del apoyo social que disfruta.

Deformar la realidad política valenciana y construir de forma sempiterna la figura política y nacional de Mónica Oltra, y no la del matrimonio enamorado, perfecto y bien avenido que, desde las autonómicas y municipales de mayo de 2015 , se empeñan en presentar cogidos de la mano la germana de la coalición nacionalista y su mentor en la política nacional, Pablo Iglesias. El sueño Hollywoodiense de la eterna chica y política de provincias. Oltra jugando un papel mucho más importante del que le correspondería por méritos propios en la política nacional a cambio de ser ese “aceitito” que embadurnara ese aparente terreno inexplorado entre Iglesias y Sánchez, y que, sin embargo, vienen disfrutando orgiásticamente desde que en mayo ambos sellaran sus morbosas alianzas. Ese aceitito en el que Oltra aceptó convertirse en mayo tras ocluir su particular “Guerra de los Rose” con Puig , barón de Sánchez y desmayadísimo presidente de la Generalitat valenciana, quien logró su presidencia tras dos meses de peleas pendencieras con la reinona autoungida del gobierno a la valenciana y aceitito amujerado de las “fuerzas del tongo”

Así que parece que Mónica ha perdonado mucho. Como mandan los cánones de la estrategia política que relega el cabreo a algún lugar póstumo para mejor momento. Y ese quizás sea el de un gobierno PSOE-Podemos en el que esta pueda sacar tajada. Perdonó a Iglesias las falsas promesas del amante político que le colgó en el cuello la falsa bagatela del grupo parlamentario propio antes de las elecciones generales. A cambio disfrutaría de los favores de Oltra como anfitriona política en una “fiesta” para cuyos invitados Podemos no era absolutamente nadie. La reinona que ha sabido disfrazar el nacionalismo catalán de orgulloso regionalismo valenciano gracias al torpe menosprecio de la derecha a ese importantísimo espacio político, el cual fue abandonado a propósito por un PP que se sabía poco merecedor por su repetitiva necesidad de completar mayorías simples con el relleno de nacionalistas que aún no eran independentistas confesos durante décadas. El regionalismo que ahora legitima a Compromís estaba abandonado y Oltra lo ocupó.

El problema vendrá, no obstante, cuando este regionalismo adulterado y paseado por los platós de televisión , sea revelado como el mismo independentismo al que la izquierda valenciana lleva décadas aclamando en manifestaciones de índole pro independentista que jamás trascendieron bajo el foco de ningún magazine o mesa del tertulianismo. La reinona de las fuerzas del tongo es en realidad, una sagaz aristócrata del independentismo que reserva su salida del armario para cuando la reforma constitucional permita a Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares formar parte de una única confederación catalana cuyo leviatán aplaste con su extorsión y de forma definitiva al resto de los españoles. La reinona de ese gobierno a la valenciana que paradójicamente exige a los valencianos ser el esfínter de los països catalans que siempre le ingresaron la nómina el día uno de cada mes.

Como bien es sabido, la batalla del independentismo que antes blandía Oltra cae ahora de forma inconveniente sobre la cabeza de la diversidad y la igualdad que el disfraz de su agenda social exige y que sienta mucho mejor ante las preguntas del entrevistador. Y es ahí donde la líder nacionalista se prueba a los refugiados marchándose a Grecia para instagramearles y volver como Monica Perón en detrimento de su apellido paterno al decirse la nueva reinona de la causa de los refugiados, a los cuales fletaría a pesar de los tiburones troikos enviados por Bruselas y el propio gobierno nacional.

La solución para ellos es, según la propia Oltra y alcalde “papichu” de la ciudad de Valencia , Joan Ribó, su conveniente hacinamiento en el edificio postmodernista “Veles i vents”, el cual fue alquilado en octubre del 2015 por el propio jefe del consistorio valenciano a “Heineken España” por un período de siete años. La señora Oltra asegura que el Ayuntamiento sigue reservándose la rectificación de ese contrato en pro de los más necesitados si estos pudieran ser traídos a Valencia. La mentira es que esa posibilidad existía únicamente en el período comprendido entre los quince primeros días.

Seguiremos viendo a Mónica Oltra paseándose henchida en la carroza de las “fuerzas del Tongo” . Lo interesante será ver por qué cromo la cambia el PSOE valenciano de lograr Sánchez el gobierno con Rivera gracias a una abstención de Iglesias que en teoría consultará con la militancia. Lo interesante será comprobar si el falso gobierno a la valenciana resiste.