Raquel Cánovas - CUENTOS CORTOS PARA SER FELIZ
Cecé y el hada de los cambios
«Cecé luchó tanto contra el ogro del miedo que habitaba dentro de él que se quedó calvo»
Había una vez un muchacho llamado Cecé al que le daban mucho miedo los cambios.
Cuando su padre se jubiló, se esperaba de él que se hiciera cargo del cultivo de los terrenos familiares, pero se sintió incapaz de hacerlo pues tenía pánico a que llegara una helada, o un diluvio, o cualquier otro suceso inesperado y desapareciera su cosecha y su trabajo.
En su lugar, decidió arrendarlos a un agricultor pues aunque ganaría menos, aquello le parecía más seguro.
Pasó por aquella localidad el hada de los cambios. Antes de continuar, debéis saber que el hada de los cambios es un ser mágico al que todos, en mayor o menor medida, temen ya que siempre suele despertar al ogro del miedo que vive en cada uno de nosotros, pero que en realidad, es la responsable de los milagros más maravillosos que pueden suceder en nuestras vidas.
Al ver que Cecé había renunciado a una vida acomodada trabajando sus propias tierras para no enfrentarse al ogro del miedo que vivía dentro de él, se sintió un poco decepcionada, pero aún así quiso ayudarle y llamó al duende de la lluvia.
Éste, arrasó campos y cultivos y cosechas, de tal manera que el campesino no pudo pagar a Cecé... y éste se vio sin dinero y con terrenos sin un solo árbol que pudiera dar frutos.
No le quedó más remedio que enfrentarse al ogro del miedo que vivía dentro de él, porque después de la tragedia, se despertó con más furia que nunca.
La lucha fue tan despiadada que Cecé incluso perdió su larga cabellera y se quedó calvo.
Pero un día se dio cuenta de que luchar con su ogro no le servía de mucho.
Y cómo no sabía qué hacer, decidió preguntarle a la lluvia:
«Tú que me lo has quitado todo, ¿me quieres decir qué hago yo ahora?»
El hada de los cambios lo miraba atenta desde lo alto de una montaña y al oír su pregunta, le tiró una piedra que llegó rodando a los piés de Cecé.
Entonces él mirando la piedra tuvo una idea: construir una canalización de las aguas y un estanque donde almacenarla en épocas de lluvia y emplearla en épocas de sequía.
Durante su construcción, Cecé, andaba sin dinero, ideó cientos de formas para sobrevivir: crió gallinas, pescó peces en el río, cazó liebres y cultivó lechugas, entre otras... manteniendo al ogro del miedo muy ocupado en estos menesteres.
Al cabo de unos años, el muchacho que tanto había temido el cambio, había creado en sus terrenos un fantástico embalse gracias al que toda la localidad cultivaba ya hubiera lluvia o sequía.
Cecé comprendió que el cambio es lo que cada cual decide hacer de él : ya sea una oportunidad o una terrible desgracia.
El hada de los cambios, que siempre anda de aquí para allá nos recuerda una cosa:
«Lo único que hay seguro en esta vida es el cambio»
