Por los territorios de Salem
La impactante versión de la obra de Arthur Miller inaugura la 40 edición del Festival Grec de Barcelona
La América pionera se sustentaba en la conjunción de la Iglesia y el Estado: los terratenientes “vestían” la usurpación de patrimonios con cruzadas contra el Maligno. Salem, 1692: una psicosis colectiva encadena una comunidad a la delación de quienes no aceptan la tesis de la infiltración demoniaca. Tres siglos después, en 1953, Arthur Miller denunciaba con “Las brujas de Salem” las listas negras del senador Mc Carthy en su caza de comunistas.
Salem es la toponímia de la superstición totalitaria en todas las épocas. Además de los puritanos de Nueva Inglaterra, Salem es la Inquisición, la Ginebra calvinista, los procesos de Moscú de 1937 y el caso Padilla. Salem es la Granada que asesinó a Lorca y la Barcelona del 36; Salem revive en la Revolución Cultural maoísta, Donald Trump, el Brexit, el Irán de Jomeini, la Argentina peronista y el nacional-catolicismo franquista de los malos españoles. El Salem macarthista asoma también en la Cataluña del Procés, con panfletos que pasan lista de “malos catalanes” y demonizan España.
Al espíritu de Salem se opone el doctor Stockmann de Ibsen en “Un enemigo del pueblo” y ese John Proctor que se niega a comulgar con ruedas de molino. El director Andrés Lima advierte de la actualidad y ubicuidad de Salem pero, en lugar de destacar su condición universal, enfatiza el marchamo católico, metiendo a Caín y Abel en los Evangelios de Jesucristo.
La efectiva traducción de Eduardo Mendoza y el cuerpo actoral que comanda con autoridad Lluís Homar metaboliza el terror de una comunidad contagiada de un pensamiento único que debe ser aceptado a machamartillo si no se quiere acabar en la horca. Ante lo diáfano del mensaje, sobra subrayarlo con acotaciones: esos actores recordando frases de Miller acerca del macarthismo. ¿O es que Lima cree que el público no capta la idea que transmite el montaje?
Matizaciones al margen, “Las brujas de Salem” constituye una impactante versión de la obra de Miller con interpretacions destacables como el Proctor de Borja Espinosa o la Abigail de Nausicaa Bonnín. Una buena forma de significar el 40 aniversario del Grec y, también, de advertir a nuestros políticos del peligro de llevarnos a los territorios de Salem.
Autor: Arthur Miller. Dirección: Andrés Lima. Traducción: Eduardo Mendoza Intérpretes: Lluís Homar, Borja Espinosa, Nora Navas, Nausicaa Bonnín, Carles Canut, Albert Prat, Carles Martínez, Miriam Alamany, Carme Sansa, Miquel Gelabert, Anna Moliner, Marta Closas, Joana Vipaluig, Núria Golla, Yolanda Sey. Teatre Grec, 1 de julio