Alberto Fernández - Tribuna Abierta
«Alkaldesa»
Hemos llegado a tal absurdo, que Colau hasta incluye casas ocupas en las guías de la ciudad
Desde que Ada Colau es alcaldesa, las ocupaciones ilegales han crecido en Barcelona, llegando a subir hasta un 66% en tan sólo medio año. El gobierno de Colau ha reconocido en una respuesta municipal al PP, que en el año 2015 había un total de 642 casas ocupadas y que sólo en los 6 primeros meses de 2016 se han incrementaron hasta 1.065.
Lo peor de todo, es que el gobierno de Colau además de permitir ocupaciones ilegales de inmuebles, también pagan luz, agua o fiestas a estos colectivos. Por ejemplo, el caso del ‘Banco Expropiado’, el consistorio pagó el alquiler de este local privado durante más de un año, con un coste de 66.500€ anuales. El edificio ‘Transformadors’, se ocupó ilegalmente en y el ayuntamiento se hizo cargo de pagar la factura de la luz. En otra ocupación como ‘3 Lliris’, se pagaron las conexiones eléctricas de la Fiesta Alternativa de Gracia a los okupas, por importe de 10.492€. Y recordar Can Vies, en esa finca se han celebrado fiestas, conciertos y hasta obras ilegales.
Hemos llegado a tal absurdo, que Colau hasta incluye casas ocupas en las guías de la ciudad. La ‘Kasa de la Muntanya’ aparece entre los principales iconos de la ruta del Park Güell y la ruta de los iconos de Gràcia. Parece que Colau pretende que los barceloneses y los turistas visiten las ‘casas okupas’ de Barcelona. Lo siguiente probablemente será organizar visitas guiadas a Can Vies.
Desde el PP proponemos cambios legales para establecer el desalojo exprés, ya que no puede ser que el mismo día que se desocupa una finca se asalte otro edificio sin ningún tipo de medida por parte del Ayuntamiento. Además reclamamos la creación de ‘Oficinas antiokupas’ que deben servir para asesorar a vecinos y propietarios que sufren los problemas ocupación, ya que en muchas ocasiones estos se encuentran sin amparo frente a esta problemática.
Las políticas de Colau han ayudado a multiplicar el fenómeno okupa en Barcelona, generando un ‘efecto llamada’ en Barcelona, derivado de que Colau ya debería escribir su cargo con K de okupa: ‘Alkaldesa’.