CULTURA
El Mariquelo honra a Santa Teresa en su tradicional subida a la torre de la Catedral de Salamanca
El Cabildo sólo ha permidito en esta ocasión ascender hasta el campanario
Cumpliendo con la tradición, el folclorista salmantino Ángel Rufino de Haro, conocido como «El Mariquelo» ha realizado en la mañana de este sábado la tradicional subida a la Torre de las Campanas de la Catedral de Salamanca . Allí, ha honrado a Santa Teresa de Jesús en el V Centenario de su nacimiento.
La peculiaridad de la ascensión de este año, vigésimo novena desde que Rufino de Haro retomara la tradición, estuvo en que la subida no fue completa , al prohibir el Cabildo de la Catedral que llegara hasta el punto más alto de la Torre de las Campanas al suponer «un gran riesgo para su seguridad». Una decisión que ha restado actractivo al acto, seguido por decenas de personas, informa Ical.
Al llegar al punto más alto permitido, al mismo que pueden subir los turistas, «El Mariquelo» ha dedicado a los presentes unas plegarias en las que además de por la Santa también ha pedido por los refugiados por causa de la guerra.
Anteriormente, «El Mariquelo» ha lanzado al aire sus «pensamientos» en forma de mensajes en papel y una paloma como símbolo de la paz. Tras completar la subida ataviado con el traje tradicional charro, ha interpretado con su dulzaina y tamboril un tema popular haciendo honor a la costumbre que Rufino de Haro retomó hace 29 años.
Un terremoto, el origen
La tradición de la subida a la Torre de las Campanas de la Catedral de Salamanca procede del 31 de octubre de 1755 , cuando el seísmo registrado en las costas de Lisboa, catalogado con un 9 en la escala de Richter, provocó un temblor que, como ha explicado «El Mariquelo», «se extendió por toda nuestra Comunidad». Como consecuencia de ello, los salmantinos acudieron a refugiarse en la Catedral Nueva , finalizada apenas 22 años antes, salvándose de las posibles consecuencias del seísmo.
Por ello, desde entonces, un miembro de la familia conocida como «Los Mariquelos» ascendía al punto más alto de la Torre de las Campanas cada 31 de octubre para agradecer que la Catedral Nueva se hubiese mantenido en pie y pedir que el suceso no se repitiera. Sin embargo, y con la última ascensión de Fabián Mesonero en 1977 como último miembro de la familia de «Los Mariquelos», la tradición quedó en suspenso hasta que ocho años más tarde fue retomada por Ángel Rufino de Haro, quien este sábado ha vuelto a cumplir con los cánones, aunque sin poder llegar a lo más alto.