Entrevista
«Toda España, salvo la cornisa cantábrica, es endémica de leishmaniasis»
Jorge Alvar, presidente del 6º Congreso Mundial de Leishmaniasis, que se celebrará en Toledo en mayo con la asistencia de 1.500 participantes
Localizar a Jorge Alvar (Granada, 1952), ya sea por teléfono o por correo electrónico, es una tarea ardua. Este médico experto en enfermedades tropicales, que echó raíces en la provincia de Toledo hace años, ha dedicado todo su esfuerzo investigador a la leishmaniasis —producida por un parásito protozoo—, con 150 publicaciones y tres documentales. Por eso, un día puede estar en Bangladesh, otro en Kenia o, si no, en Ginebra (Suiza), donde vive. Lleva toda su vida profesional trabajando para rescatar esta enfermedad del olvido, combatiéndola no solo en los despachos, sino también sobre el terreno.
Desde finales de 2004 hasta diciembre de 2012, dirigió el programa de control de la leishmaniasis en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y desde enero de 2013 está al frente del programa de leishmaniasis de la organización «Drugs for Neglected Diseases initiative» (DNDi) , creada con la dotación del Premio Nobel concedido a Médicos Sin Fronteras en 1999. Su objetivo es desarrollar nuevos medicamentos o formulaciones de medicamentos existentes para el tratamiento de esa enfermedad en el subcontinente indio, en el este de África y en Brasil. Alvar es, además, el presidente del 6º Congreso Mundial de Leishmaniasis, que se celebrará en Toledo del 16 al 20 de mayo
—¿Qué es la leishmaniasis?
—Forma parte del grupo de Enfermedades Tropicales Desatendidas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, que afectan a poblaciones con pocos recursos y a desplazados. Está producida por un parásito protozoo del género Leishmania del que existen más de 20 especies. El ser humano contrae la enfermedad a través de la picadura de la hembra de un insecto díptero infectada (también conocida como mosca de la arena) . Este insecto habita zonas boscosas, dentro de madrigueras y cavidades, y el ciclo biológico lo mantienen mamíferos animales que actúan como reservorio. Por este motivo, algunos brotes se asocian con la deforestación y la urbanización de zonas rurales que ponen en contacto el reservorio y el vector con el ser humano. No todas las personas que reciben una picadura infectiva desarrollan la enfermedad, pues la respuesta inmunitaria individual juega un papel decisivo. Otro factor de riesgo asociado a gravedad es la malnutrición. Se estima que cada año se producen 1,2 millones de nuevos casos y 20.000 muertes directamente relacionadas con la leishmaniasis en el mundo.
—¿En cuántos países es endémica?
—La leishmaniasis es endémica en 98 países, que incluyen países de Iberoamérica, del sudeste asiático, el este de África y la cuenca mediterránea. El 90% de los casos de leishmaniasis visceral, la forma clínica más grave, ocurre en seis países: India, Bangladesh, Brasil, Etiopía, Sudán y Sudán del Sur. Se estima que cada año hay medio millón de casos nuevos en el mundo. Los programas de control implementados en el sudeste asiático han dado grandes frutos, por lo que la incidencia está bajando y acercándose a los límites de la eliminación (menos de 1 caso cada 10.000 personas expuestas) en Nepal y Bangladesh especialmente, pero también en India. El 90% de los casos de leishmaniasis cutánea ocurre en América, el Mediterráneo, Oriente Próximo y Asia central. La mayor parte de la incidencia se concentra en 6 países: Brasil, Colombia, Irán, Afganistán, Siria y Argelia. Se estima que cada año hay un millón de nuevos casos en el mundo. La forma mucocutánea se presenta casi exclusivamente en América del Sur, siendo Brasil, Perú y Bolivia los países que más casos declaran.
La leishmaniasis se transmite a los humanos a través de la picadura de la «mosca de la arena»
—¿Y en Europa?
—Los países afectados son los de la cuenca mediterránea, fundamentalmente las zonas rurales, donde el reservorio principal es el perro y la forma predominante es la visceral. En el caso de España, toda la geografía rural española es endémica, con la excepción de la cornisa cantábrica. En nuestro medio la coinfección con el VIH, por la inmunosupresión que origina, supone el mayor factor de riesgo para desarrollar las formas graves de leishmaniasis y se asocia a una elevada tasa de recaídas y de mortalidad. Un factor mayor en nuestro medio que afecta a la incidencia es la incursión en zonas rurales endémicas a través de la urbanización y la extensión de terrenos de explotación agrícola. Un nuevo factor que potencialmente puede incidir en el número de casos son los desplazamientos de poblaciones.
—¿Por qué decidieron que el sexto congreso se celebre en Toledo?
—España ha sido seleccionada como anfitriona de este acontecimiento como país endémico, con recientes brotes epidémicos en Fuenlabrada; además, ha sido elegida por su papel internacional con más de 20 equipos de investigación en leishmaniasis y por el apoyo que la Aecid (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación) ha dado a países endémicos, a la OMS y a DNDi. Por otro lado, el congreso pretende igualmente acercar la historia y riqueza cultural de Toledo, cuya provincia es endémica de leishmaniasis , a la comunidad científica internacional coincidiendo con la celebración del 30º aniversario de la declaración de Toledo como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Con este fin, el comité organizador está elaborando un programa cultural que complementará la agenda de sesiones científicas.
—¿Se hablará solo del trabajo de los científicos?
—Esperamos la asistencia de más de 1.500 participantes de todo el mundo para compartir los últimos avances en investigación y control en leishmaniasis, desde todos sus ángulos. Entre los asistentes habrá altas delegaciones de la Organización Mundial de la Salud y de los ministerios de salud de los países endémicos, de instituciones filantrópicas, como la de Bill y Melinda Gates, o Médicos Sin Fronteras; de la Unión Europea representación de la industria farmacéutica y, sobre todo, del mundo académico, todos involucrados en la lucha contra esta enfermedad. WorldLeish 6 será la plataforma internacional que ponga de relieve no sólo el trabajo de los científicos españoles y organizaciones no gubernamentales en leishmaniasis, sino el compromiso institucional y filantrópico.