«Las encuestas no me quitan el sueño, no me producen la más mínima depresión»
Entrevista a Guadalupe Martín, candidata del PSOE por Toledo al Congreso de los Diputados
Guadalupe Martín González (Mejorada, Toledo, 1960) encabeza la candidatura del PSOE por Toledo. De lograr su escaño, sería su cuarta legislatura a sus 55 años.
—111 días como diputada nacional en la XI legislatura, la más corta del periodo democrático tras la Constitución de 1978. ¿Le han gastado bromas por la brevedad?
—Bromas, no. La gente se lo ha tomado lo suficientemente en serio como para no hacer bromas con esto.
—¿Por qué es usted del PSOE?
—Tenía muy claro, desde muy jovencita, que no me gustaban algunas de las cosas que veía. Elegí una profesión, la medicina, que me hizo ver muchas necesidades de la gente, y eso había que cambiarlo. Cuando trabajé en pueblos, colaboré con diferentes colectivos sociales. Luego tuve la oportunidad de participar en la política local, y a partir de ahí fui ocupando otros espacios en la actividad política. Y siempre he disfrutado muchísimo de todos los cargos que he ocupado.
—¿Le han tentado para cambiar de siglas alguna vez?
—Sí. La primera vez que se oyó que un médico de un pueblo, Mocejón, iba en una lista electoral, desde otro partido me dijeron que pidiera lo que quisiera para incorporarme a su candidatura. Y les respondí que no les pediría absolutamente nada, porque jamás iría en otras listas que no fueran las del Partido Socialista.
—¿Qué partido fue?
—Un militante del Partido Popular fue quien me lo ofreció. Le respondí que no tenía nada que pedir ni que ofrecer. Dentro del esquema de alguna gente, era como más lógico que el médico estuviera en las filas del Partido Popular, pero la verdad es que nunca me he sentido cercana al PP y a sus teorías.
—¿A qué edad se afilió al PSOE?
—En 1991. Participé en las elecciones municipales de ese año. Cuando me ofrecieron ir en la candidatura de Mocejón como número dos, puse como condición que iba como independiente y que no me presionaran para afiliarme. Pero luego, por coherencia, ese mismo año me afilié.
—Ha sido alcaldesa, concejal, directora general en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y ha ocupado varios puestos en el Congreso de los Diputados, entre otros cargos. ¿Considera que podría ser una buena presidenta del Gobierno o necesitaría antes un periodo de prácticas?
—Creo que práctica tengo, aunque toda práctica es poca para llegar a la presidencia del Gobierno. No está entre mis aspiraciones más inmediatas... Pero le falta por citar una responsabilidad fundamental, la de madre, que está por encima de todos los cargos que he ostentado.
—Pero Rajoy ha dicho: «Aquí no se viene a hacer prácticas, al Gobierno se llega aprendido».
—Evidentemente, hay que tener una trayectoria política, un aprendizaje y, sobre todo, un bagaje personal de compromiso con la gente. Yo he estado siempre muy cercana a la gente y he seguido manteniendo una gran relación personal con la gente que ha trabajado conmigo. Pero no sé si Rajoy ha tenido ese nivel de relación y esa cercanía hacia las necesidades de la gente. Desde luego, por las cosas que dice, parece que no. También dice cosas como que se emociona en un campo de alcachofas.
—Rajoy, Rivera e Iglesias. ¿Quién es el enemigo número uno de Sánchez?
—Rajoy, por supuesto, seguro, clarísimo. Nuestro adversario político es la derecha, es el Partido Popular.
—¿Hace acaso de las encuestas?
—Las miro con respeto, pero tampoco me provocan una excesiva preocupación. Yo creo que las encuestas se publican ahora para generar opinión y, sobre todo, para cambiar tendencias de voto. Las encuestas son el reflejo de una realidad, pero la encuesta grande será la del día de las elecciones.
—Entonces, aunque las encuestas anuncien una debacle del PSOE, usted duerme a pierna suelta.
—Trabajo mucho y duermo bien. Las encuestas no me quitan el sueño. La gente te da mucho ánimo. Yo voy a seguir trabajando para que la gente vaya a votar, que participe y que, dentro lo posible, vote al Partido Socialista. Pero las encuestas no me producen la más mínima depresión. Al contrario, me estimulan para trabajar más.
—Y es irremediable que entre pactos andará el juego otra vez.
—Seguro, será necesario porque no va a haber mayorías absolutas. Nuestra trayectoria política en toda la etapa democrática no ha sido de grandes pactos, aunque José María Aznar necesitó de uno para su investidura. Las personas hacen los pactos y son ellas las que tienen, más o menos, capacidad para dialogar, para ceder y, en cualquier pacto, siempre hay que ceder. Los pactos van a ser inevitables, y va a ser así durante mucho tiempo.
—¿Qué es lo primero que haría si Rajoy volviese a gobernar? En pocas palabras, por favor.
—Lamentaría mucho que se repitiera una situación como la que hemos tenido estos últimos cuatro años. Los ciudadanos no nos merecemos que se volvieran a repetir cuatro años como los que hemos tenido.
—¿Y con Iglesias en el Gobierno de España?
—Tendría que aprender a suavizar sus formas y tendría que aprender que las responsabilidades de Gobierno le harían recapacitar en algunas de las posturas que defiende. Yo confío en que el PSOEllegue a gobernar.
—¿Se imagina a Rivera en la Moncloa?
—Sin compartir muchas de sus propuestas, que son conservadoras, Albert Rivera me ha sorprendido. Dentro de defender su ideología, es un hombre de diálogo y se ha mostrado flexible a la negociación. Incluso ha habido cuestiones que él entendía que eran prioritarias para sus políticas, pero a la hora de pactar con el PSOE ni siquiera las planteó.
—¿A Pedro Sánchez sí lo ve al frente del Ejecutivo?
—Por supuesto; lo veo, lo deseo y trabajo para ello.
—¿Qué estaría dispuesta a apostar ahora mismo?
—No soy de hacer apuestas. De trabajar, sí; pero de apostar, poco.
—¿Conoce a muchos indecisos?
—Sí, claro. Siempre estamos rodeados de personas que todavía nos manifiestan su indecisión. Pero muchos de los indecisos dudan entre votar al PSOE y a otra fuerza política.
—¿Qué les cuenta para convencerlos?
—Intento que no olviden cómo han sido estos cuatro años de gobierno con el PP. También intento que no se olviden cómo han sido estos últimos seis meses, de intransigencias, seis meses perdidos por falta de capacidad de negociación. Y, sobre todo, explico las líneas del programa electoral, que hemos trabajado con muchísimos colectivos. Les doy cifras muy realistas y argumentos para que las personas que te escuchen se lo trasladen a otros y que pueden convencer a su vez a más gente que duda.
—Usted es médico de atención primaria en excedencia. No ejerce desde 2001 por su implicación en la política. En cualquier caso, ¿dígame un par de medidas que necesita ahora mismo la sanidad española?
—Lo primero, derogar el decreto 16/2012, que tanto daño ha hecho y que ha roto la universalidad. Y recuperar también la garantía de atención sanitaria a donde te desplaces, para ser atendido así en igualdad. Duele mucho cuando la gente te envía mensajes o te enseña informes de que se ha desplazado a otras comunidades autónomas y le han puesto problemas para ser atendidos porque tenían la tarjeta sanitaria de otra comunidad autónoma. Esto, tristemente, ha sido por perder el fondo de cohesión sanitaria. Es el problema que existe por ser limítrofes con Madrid, pero también ocurre cuando la gente se va de vacaciones al Levante, por ejemplo. Lamento mucho que un modelo tan consolidado como el sanitario pueda tambalearse por un decreto que se aprueba a golpe de susto. Ese decreto también ha impuesto los copagos, en los que no estoy de acuerdo.
—¿Y en Castilla-La Mancha?
—Han sido paliadas algunas de las aristas de ese decreto. Por ejemplo, aunque hay que aplicar el copago farmacéutico, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha suspendido que se pague más del tope que marca el decreto, que está en ocho euros para la mayoría de los pensionistas. O, por ejemplo, el Gobierno ha puesto en marcha una tarjeta sanitaria para que aquellas personas que se han quedado excluidas del sistema puedan ser atendidas. La gente tiene derecho a que se le garantice su salud y nuestros impuestos tienen que priorizar esa atención. Además, ahora no se cierran centros de salud, se empiezan a cubrir sustituciones de médicos y este verano también se van a cerrar menos camas.
—¿Viven mejor las personas dependientes desde que el PSOE está al frente en la región?
—Había un gran desaguisado en la atención a la dependencia, con 23.000 expedientes parados y con gente que tenía valorada su dependencia pero no recibía servicio. Ponerlo en marcha no se hace ni en tres ni en seis meses. Se ha contratado personal, se está valorando a los dependientes y se están incluyendo servicios. Por poner un ejemplo, se excluyó de las plazas de residencia a los familiares de dependientes que acompañaban a sus cónyuges. Bien, ahora todos ellos han podido volver a acompañar a su familiar para que puedan vivir juntos los últimos años de su vida.
—En Castilla-La Mancha, el sindicato ANPE ha propuesto que los escolares tengan siete días de vacaciones cada dos meses de clases. Como madre de dos hijas, ¿qué le parece?
—Por mi experiencia, sé que es un modelo que funciona bien. Una de mis hijas hizo un curso en Francia y el modelo allí es precisamente ese. El rendimiento de los chicos es bastante bueno y, con esa semana de relax cada dos meses, el tiempo estaría mejor dosificado que ahora. Es un modelo que a algunos les costará entender pero, en los sitios donde está implantado, la comunidad educativa está satisfecha.
—Trasvase Tajo-Segura. ¿Realmente a los políticos les interesa este asunto?
—Hay políticos a los que no les interesa porque el Tajo no pasa por su territorio. Yo comprendo que a los aragoneses les interesa lo que ocurre en el Ebro y a nosotros, el Tajo. Lo que no se puede mantener es un discurso diferente. Si decimos no a los trasvases del Ebro, hay que decir no a los trasvases del Tajo. Y a todos aquellos que dudan, les invito a que vengan y vean cómo está el Tajo. Hay zonas donde es un arroyo. Solo mediante la imposición de medidas europeas podremos garantizar que el Tajo mantenga un nivel razonable de agua.
—Si es elegida diputada nacional, ¿cuáles serán sus primeras propuestas?
—La derogación del decreto 16/2012, que ha roto la igualdad en el acceso a la sanidad. Y también es muy necesario tramitar la garantía de un ingreso mínimo para muchas familias que están en situaciones de pobreza.