La pinza de los dulces sueños

Ángel Perea y José Manuel Castillo han ganado un premio para proyectos innovadores por un dispositivo nasal externo que, por unos 20 euros, llega a hacer desaparecer los ronquidos

Manuel Moreno

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Isabel ya duerme mucho mejor desde que su pareja, Ángel Perea, ideó «Noseclip» . Este dispositivo nasal externo, a modo de pinza, evita los molestos y desagradables ronquidos, que han llegado a ser motivos de distanciamiento para miles de parejas. Se trata de un invento que podría estar en el mercado antes de que finalice el año. Pero, ¿a qué precio? La unidad saldría a la venta por una cantidad módica, entre 18 y 20 euros aproximadamente, si se tiene en cuenta los beneficios que su uso conllevará.

Ángel (45 años) conoce muy bien sus efectos. A él se le encendió la luz por necesidad: «Yo tenía un problema, roncaba, e intenté encontrar una solución». Corría el año 2004. Se le ocurrió que, para evitar los ronquidos, la presión de una pinza sobre los cartílagos de la punta de la nariz permitiría la entrada de un mayor y continuo flujo de aire a los pulmones.

Ángel Perea, con su invento
Ángel Perea, con su invento

Se lo contó a su socio y amigo José Manuel Castillo (47 años) , quien al principio fue reacio a creerse los beneficios del invento. «Lo llegó a probar, aunque me costó bastante convencerlo», cuenta Ángel. ¿Cómo dos vendedores de cartuchos de tinta, sin conocimientos en biomecánica ni medicina, podían idear un dispositivo así?

Ellos, vecinos de Villarrobledo (Albacete), confiaron sin embargo en la idea e invirtieron 15.000 euros de sus propios bolsillos. No había un dispositivo similar en el mercado. Entonces, Ángel y José Manuel comenzaron a obtener los primeros prototipos con la ayuda de una empresa de Alicante de diseño en 3D. Luego presentaron el proyecto en dos certámenes en la región y, en uno de ellos, sonó la campana. La Sociedad para el Desarrollo Industrial de Castilla-La Mancha S. A. (Sodicaman) eligió la propuesta de Ángel y José Manuel, que fueron premiados con un curso de formación y con el respaldo económico de esta empresa pública, dependiente del Gobierno regional.

Elección de materiales

Ángel y José Manuel, que llegaron a pedir un préstamo para apuntalar su proyecto, contactaron con la Universidad de Alicante y con el Instituto de Biomecánica de Valencia . Les presentaron su idea y los dos socios recibieron el visto bueno. Llegó más financiación. Además de los 15.000 euros que pusieron de su bolsillo para los primeros pasos, en el proyecto se han inyectado ya otros 70.000 euros, recibidos como aportaciones de capital.

Ahora, los dos socios de Villarrobledo están ultimando los detalles para la fabricación, además de encontrarse inmersos en lograr la validación médica. «Estamos eligiendo los materiales que cumplan las condiciones aptas para que la pinza ejerza la presión necesaria», explica Ángel, que se aplicó el refrán al pie de la letra:«La necesidad agudiza el ingenio».

José Manuel y Ángel van sin prisa, pero sin pausa. El último respaldo a su idea empresarial lo han recibido en el programa «Lazarus 2», auspiciado por Caja Rural Castilla-La Mancha. Entre 250 candidatos, la propuesta de los vendedores de cartuchos de tinta se ha llevado el premio «Al proyecto más innovador», compartido con Felipe Beteta y su robot para la poda de viñedos.

En definitiva, la pinza de los dulces sueños está cada vez más cerca de armonizar la vida de las parejas.

La pinza de los dulces sueños

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