«Mi techo es haber corrido 340 kilómetros en 108 horas»
Julián Morcillo, doctor en Biología y meteorólogo, disfruta de su triunfo en Andorra junto con su compañero Nahuel Passerat
![Morcillo, en una carrera](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2017/07/09/morcillo-kMZE--1240x698@abc.jpg)
A las nueve y media de este lunes por la mañana, Julián Morcillo García (Toledo, 1976) tendrá que estar como un clavo en el Centro Nacional de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en Madrid. Doctor en Biología y meteorólogo de profesión, el deportista llegará a su puesto de trabajo con pocas secuelas físicas después de un largo y satisfactorio fin de semana. «La verdad es que no tengo muchas dolencias. Pies hinchados y ampollas, pero nada más», contaba este domingo Morcillo a ABC después de abandonar Andorra, en un descanso en la carretera cuando regresaba en coche a su casa.
En el pequeño país soberano, el corredor toledano de 41 años ganó el sábado una prueba de «ultra trail» por parejas de 233 kilómetros y 20.000 metros de desnivel positivo, «la más dura en la que he participado». Morcillo consiguió la proeza junto con su compañero de equipo y amigo, el francés Nahuel Passerat . Invirtieron 68 horas y 49 minutos por el monte, lo que equivale a casi tres días corriendo por «pura montaña», tramos sin caminos, por crestas... un durísimo recorrido sin balizar que tuvieron que hacerlo guiándose con mapa geolocalización y olfato montañero. «Muchas veces, este tipo de detalles marca la diferencia en una carrera», afirma Morcillo.
El premio que recibieron se encuentra en un segundo plano. Novecientos euros en material de montaña y metálico para cada uno, aunque no es frecuente que haya dinero como recompensa en este tipo de carreras.
A Morcillo le gusta la montaña desde adolescente, con apenas 15 años. Lo de correr por el monte le entró en vena en 2008, y hasta ahora. Vive en Moralzarzal, un pequeño pueblo madrileño de 13.000 habitantes en la sierra de Guadarrama. Su trabajo y la comprensión de su familia (su pareja, también deportista, y dos hijos mellizos que cumplirán cinco años en agosto) le permiten entrenar entre cinco y seis horas diarias. Solo descansa un día a la semana . «Es mucho esfuerzo y sacrificio», resume.
Su techo deportivo, en cuanto a distancia y horas en carrera, lo tiene en una prueba en los Alpes italianos: «Estuve corriendo 108 horas para hacer 340 kilómetros y 24.000 metros de desnivel». Precisamente en esa competición, disputada el pasado año, conoció a su amigo Passerat, con quien hizo la mitad del recorrido. «No se nos dio bien la carrera, ambos íbamos con lesiones. Pero juntamos esfuerzos para llegar a meta y, de las 108 horas que estuvimos corriendo, 50 las pasamos juntos. Eso te da tiempo para trabar una amistad», recalca Morcillo.
Lo divino y lo humano
Antes de Andorra, el toledano y el francés ganaron una carrera de 130 kilómetros por parejas en el País Vasco francés, la única en la que habían competido de la mano este año. Y el sábado firmaron la hazaña después de casi 69 horas, en las que hablaron de lo divino y de lo humano.
Y ahora, ¿qué? Morcillo tiene muchos proyectos en la montaña, pero «es muy sacrificado entrenar este tipo de carreras. Requiere mucho esfuerzo y tirar mucho de la familia, que hace tantos esfuerzos como tú. Esto le pone un límite». De momento, sus mellizos no le han preguntado por qué corre. «Son muy pequeños», contesta.
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