El acusado de intentar matar a su exjefe en Seseña será condenado por un delito de lesiones
El fiscal y el abogado del procesado llegan a un acuerdo en la Audiencia Provincial de Toledo antes del juicio
El acusado en un principio de intentar matar a su jefe en Seseña (Toledo) será condenado, finalmente, a una pena de prisión de dos años y seis meses. Es el acuerdo al que han llegado este miércoles el representante de la Fiscalía de Toledo, que pedía siete años y medio antes de la vista, y el abogado del procesado.
«La calificación del fiscal ha pasado de tentantiva de homicidio a un delito de lesiones con un cuchillo, ya que el fiscal ha entendido que fue un momento de ofuscación; no había ánimo de matar, sino de lesionar », ha explicado a los periodistas Efraín Iglesias , letrado del encartado, después de alcanzar una sentencia de conformidad. «Los hechos sí fueron aparatosos, de ahí la acusación inicial del fiscal; pero las lesiones fueron leves. No se conocen las secuelas aunque, si las hubiere, serían leves», ha valorado el abogado.
El juicio estaba señalado en la Audiencia Provincial de Toledo, adonde ha llegado el acusado cinco minutos antes de que comenzase la vista oral. Había sido trasladado desde la prisión de Ocaña I, donde está recluido desde el 3 agosto de 2016. El procesado, A. A. A. A. L., cumplirá quince meses a principios de noviembre, por lo que lleva en la cárcel más de la mitad de la condena acordada. «Espero que pronto se califique su tercer grado», ha deseado el letrado del encausado, que ya ha abonado la responsabilidad civil determinada hasta ahora, 500 euros por los ocho días de curación que necesitó la víctima, L. R. M.
Los hechos ocurrieron sobre las 18.00 horas del 2 de agosto de 2016 en una tienda de mascotas de Seseña. El acusado llegó antes de la hora acordada al establecimiento de la víctima, con la que se había citado para «resolver un tema laboral», según la fiscalía. Allí, el que había sido su jefe le dio una cantidad de dinero, con la que el procesado no estaba de acuerdo, por lo que discutieron. El encartado se marchó amenazando de muerte a su exjefe .
Pasados unos cinco minutos, el acusado, de nacionalidad extranjera, volvió con un cuchillo de 18 centímetros de hoja y encontró de espaldas a la víctima, que vio la sombra del procesado. Fue lo que le permitió girarse antes de que el procesado le agrediese «con el cuchillo en ambos brazos, en la espalda y en la mano izquierda», según se recoge en el escrito de acusación de la fiscalía. El exjefe «echó a correr para refugiarse en el aseo del local», hasta donde «lo persiguió» el agresor, que aporreó la puerta mientras sostenía el arma blanca y le amenazaba con matarlo.
Varias personas que se encontraban en el lugar de los hechos acudieron para intentar calmar al agresor, alto y corpulento, pero éste «no dejaba que nadie se acercara al aseo y, para impedirlo, les esgrimía el cuchillo». Luego se marchó al enterarse de que habían sido requeridos los agentes de la Guardia Civil, si bien el atacante fue detenido ese mismo día.
La víctima sufrió heridas en la región lumbar derecha, en la mano izquierda, en ambos brazos y erosiones en la zona de epigastrio abdominal. Necesitó una primera asistencia facultativa y tratamiento médico quirúrgico, que consistió en puntos de sutura.
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