Laboral
Una empresa de Zaragoza, condenada por el acoso sexual sufrido por una trabajadora
La mujer, que acabó despedida, deberá ser indemnizada con 7.864 euros por la actitud de su supervisor
El juzgado de lo Social número 4 de Zaragoza ha condenado a la empresa Alumalsa (Alumnios y Aleaciones S. A.) a indemnizar a una extrabajadora con 7.864 euros, por el acoso sexual de carácter verbal que sufrió por parte de su supervisor cuando formaba parte de la plantilla de la fábrica.
La mujer en cuestión estuvo trabajando en la empresa desde el 16 de septiembre de 2013 hasta el 17 de diciembre de 2016, después de haber cogido una baja y tras denunciar los comentarios de índole sexual que le había dirigido en varias ocasiones el supervisor de su sección.
La mujer, además, padece una discapacidad. De hecho, el contrato que se le hizo tuvo en cuenta dicha circunstancia. Y la sentencia da también por probado que el acusado también incurrió en ocasiones en comentarios despreciativos hacia la mujer por su condición de discapacitada.
El caso hizo intervenir a la inspección laboral del Servicio de Economía y Empleo del Gobierno aragonés, que llevó lo ocurrido ante los tribunales por entender que se había producido un acoso sexual de carácter verbal.
El juzgado ha dado por probado que así fue, según consta en la sentencia hecha pública por el sindicato CNT . Considera que, aunque la dirección de la empresa trató el asunto y consideró que la actitud del supervisor había sido inadecuada, no actuó de forma correcta e incurrió en responsabilidad. De ahí que ahora se le condene a indemnizar a la extrabajadora con 7.000 euros de indemnización y a abonarle los 864,40 euros que en su día dejó de percibir por el tiempo que estuvo de baja y que sí habría cobrado si hubiera estado en alta laboral a todos los efectos.
La sentencia da por probado, entre otros comentarios de índole sexual, el que el supervisor le dedicó a la trabajadora cuando ésta acudió, el 14 de abril de 2016, a que le diera otra camiseta de trabajo porque la suya llevaba un agujero a la altura del pecho. «Igual estamos esperando eso, a que te la quites», indica la sentencia que le dijo el supervisor. También refiere otro comentario qu ele dedicó un día que la trabajadora acudió a dependencias de la empresa vestida de calle: «Que sea la última vez que subes vestida así, para provocarnos y ponernos los dientes largos».
Según han indicado fuentes del sindicato CNT, la mujer tiene pendiente otro juicio contra la empresa por entender que fue despedida en represalia por denunciar el acoso que había sufrido.
