Política
Atípico verano en la política aragonesa por las luchas de poder en PSOE y Podemos
Distintas facciones pugnan por el relevo de Echenique, mientras Lambán planta cara a las arremetidas de los sanchistas

La p olítica aragonesa vive este agosto una particular calma chicha ante el «septiembre caliente» al que, por distintos motivos, se enfrentan el PSOE y Podemos . Por extensión, la incertidumbre alcanza la propia estabilidad institucional: el socialista Javier Lambán -presidente del Gobierno aragonés- se enfrenta al reto de mantener su liderazgo frente al órdago de los sanchistas ; y Podemos, del que el Ejecutivo regional del PSOE depende por su minoría parlamentaria, encara nueva etapa y busca sustituto para Pablo Echenique al frente del partido en Aragón.
Los dos procesos, pese a ser totalmente independientes, tendrán repercusiones entrelazadas en el plano institucional. Primero, porque está por ver qué ocurrirá con Javier Lambán ante el congreso que celebrarán los socialistas aragoneses en octubre. El sector sanchista que lideran en Aragón la diputada nacional Susana Sumelzo y el alcalde de Utebo, Miguel Dalmau , están decididos a plantar batalla para tratar de apartar a Lambán de la secretaría regional del PSOE. Y, si lo consiguieran, Lambán ha dejado claro que dejaría inmediatamente la presidencia del Gobierno aragonés y convocaría elecciones anticipadas.
Pocos días antes de que el PSOE resuelva esas incógnitas, Podemos habrá hecho lo propio en su particular proceso asambleario regional que ya ha echado a andar en sus fases preparatorias . Se da por hecho que Pablo Echenique no repetirá como líder del partido en Aragón y se centrará en su cargo de secretario de Organización de Podemos a nivel nacional. Le toca decidir, a la fuerza, desde que meses atrás el partido impusiera la norma de no poder simultanear dos cargos de responsabilidad orgánica. Desde el año pasado, Echenique -que también es diputado en las Cortes de Aragón- ha compaginado su puesto de secrtario general de Podemos en esta región con el de número 3 del partido a nivel nacional.
Quién sea el nuevo líder regional de Podemos será algo que influirá en la dinámica del Gobierno aragonés para el resto de legislatura si no hay elecciones anticipadas. Hasta ahora, el PSOE y Podemos han mantenido una accidentada relación en la que ha habido más roces que entendimientos, aunque los de Echenique han mantenido su apoyo a Lambán en lo esencial: la aprobación de los presupuestos autonomicos.
Relaciones PSOE-Podemos en Aragón
Echenique optó por apoyar a Lambán para que fuera investido presidente de Aragón tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015, pero Podemos prefirió no entrar en un gobierno de coalición y mantener su independencia parlamentaria -técnicamente como grupo de la oposición, aunque en la práctica ha ejercido en momentos decisivos como apoyo parlamentario del PSOE-.
El PSOE de Lambán ha tendido la mano a los de Podemos para que entren en el Ejecutivo, como ya hizo la Chunta desde el inicio de la legislatura. Con Echenique esa alternativa ha sido descartada de plano, pero está por ver qué ocurre con quien le suceda. Puede facilitarse el acercamiento por parte de Podemos, pero también acentuarse la estrategia contraria.
El panorama de conjunto, en lo fundamental, habrá quedado resuelto a finales de octubre. Para entonces se sabrá quién sucede a Echenique al frente de Podemos en Aragón y si Javier Lambán sigue siendo secretario general de los socialistas araogneses -y, por ende, continúa en el Gobierno regional y no hay elecciones anticipadas-. Pero no toda la incertidumbre habrá quedado resuelta a finales de octubre. Ese «otoño caliente» al que se asoma la política aragonesa se mantendrá varias semanas más, porque luego tocará el turno de los congresos provinciales del PSOE . Y, de nuevo, en este punto queda por ver cómo se dirime el pulso entre los «lambanistas» y los «sanchistas» aragoneses. Sobre todo en el decisivo tablero del PSOE en la provincia de Zaragoza y en su capital.