¿Cómo pueden los críticos derribar a Pedro Sánchez a través de una moción de censura?
Sólo haría falta el apoyo del 20% del comité federal para ponerla en marcha y la mayoría absoluta para su consumación. El reglamento podría retrasar esta votación hasta la semana que viene
La tensión en el seno del partido socialista crece por momentos y la proximidad del comité federal del sábado augura que, lejos de calmar la situación, las turbulencias van a ir en aumento por el órdago lanzado por Pedro Sánchez convocando primarias para el 23 de octubre y congreso para primeros de diciembre y la respuesta de los críticos, que quieren que el secretario general abandone su cargo antes de que acabe el fin de semana . Susana Díaz, la voz con mayor autoridad entre las filas de los discrepantes, movió ayer ficha y, por primera vez, dio un pase al frente para liderar el partido y enderezar su rumbo. «Estaré donde me pongan mis compañeros, en la cabeza o en la cola» , dijo apenas unas horas después de que su «número dos» pidiera abiertamente la dimisión de Pedro Sánchez.
Por si fuera poco, la reunión del grupo parlamentario en el Congreso tampoco fue un trago dulce para la actual dirección del partido. En un debate a puerta cerrada que se prolongó durante dos horas y media, los diputados socialistas mostraron sus discrepancias sobre la conveniencia o no de convocar la asamblea del partido, si bien las voces críticas con Ferraz fueron mayoritarias. De las quince intervenciones que hubo, once fueron de los diputados contrarios a la estrategia de Sánchez , en especial, los andaluces. También rechazaron la propuesta del congreso los vascos Eduardo Madina y Odon Elorza; los castellanomanchegos José María Barreda y Pablo Bellido, el valenciano Ciprià Císcar y el extremeño Ignacio Sánchez Amor.
Primera opción: bloqueo a las primarias
El comité federal de este sábado será el campo de batalla en el que se resolverán todas las discrepancias. Los críticos mueven ficha para intentar doblegar a Sánchez , sobre todo después de que el líder socialista asegurara ayer en una entrevista en la Cadena SER que no dimitiría pese a que el máximo órgano del PSOE cierre la puerta a sus deseadas primarias exprés. Esta postura era a priori la vía más fácil para forzar la dimisión de Sánchez entendiendo que le sería insostenible aferrarse al puesto con el partido en contra . Para lograr ese objetivo, bastaría con una mayoría simple en la votación de este sábado en el Comité Federal, formada por 295 dirigentes socialistas.
A día de hoy no está claro quien tendrá la mayoría en esa votación. Los dos sectores están llamándoles uno a uno para que participen en un día tan trascendental en la historia del PSOE y pudiera darse la situación de que acudan hasta los exsecretarios generales Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba . Los cuatro están movilizándose contra la «deriva» a la que, creen, está llevando Pedro Sánchez al partido con su empeño de formar un «imposible» gobierno alternativo al de Mariano Rajoy, y ahora convocando un congreso que puede partir al PSOE. Tienen voz y voto.
Segunda opción: dimisión de la Ejecutiva
Si hay portazo a las primarias pero Sánchez no se va, a los críticos sólo les quedaría dos vías para apartar al secretario general. La primera sería la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva, integrada ahora mismo por 35 miembros . Por tanto, los barones necesitarían de 18 apoyos para forzar su salida. Según las cuentas internas, la división en la ejecutiva sería total y, ahora mismo, los críticos podrían situarse a sólo un voto de alcanzar esa mayoría. Algunos creen, sin embargo, que 17 podrían bastar siempre y cuando los estatutos admitieras también las ausencias de Pedro Zerolo, fallecido en 2015, y José Ramón Gómez Besteiro y Javier Abreu, que abandonaron por distintos motivos. Si fuera así, serían 20 los asientos vacíos, lo que daría mayoría sobre un total de 38.
Esta fórmula fue la que llevó a dimitir en mayo de 2014 a Julio Villarrubia como secretario general del PSOE de Castilla y León, tras la renuncia en bloque de más de la mitad de ejecutiva regional, con el entonces secretario de Organización del partido a la cabeza, Óscar López, hoy portavoz en el Senado y hombre de confianza de Sánchez.
Tercera opción: moción de censura
La alternativa sería plantear una moción de censura en el mismo comité federal, viable al requerir menos votos pero que podría encontrarse con algunas trabas procedimentales. Para poner en marcha la moción de censura, sólo haría falta que el 20% del comité federal la apoyase. Después, tendría que ser apoyada por la mayoría de sus 295 integrantes.
Sin embargo, previsiblemente en la cita de este sábado no se podría discutir esa propuesta ya que, al ser una reunión extraordinaria, el reglamento impide que se pueda modificar el orden del día fijado . Sí cabe la posibilidad de que la Mesa del Comité Federal, integrada por Verónica Pérez, Rodolfo Ares y Nuria Martín, pudieran forzar la votación para este mismo sábado. «No serán examinadas proposiciones o textos que no hayan sido comunicados cinco días antes de la reunión del Comité Federal salvo que, a juicio de la Mesa, tengan carácter de urgencia», señala el reglamento. Si finalmente no fuera así, podría convocarse otro comité federal a principios de la semana que viene con esta votación como único punto del día.