Pedro Sánchez: perder la investidura...y «ganar» el partido
Satisfacción en la dirección socialista porque Pedro Sánchez sale blindado como líder del PSOE
Perder el debate de investidura ... Y ganar el partido (PSOE). Así es cómo ve el panorama la Dirección Federal socialista un día después del varapalo que supone para Pedro Sánchez no haber sido elegido presidente del Gobierno.
Como dijo ayer Mariano Rajoy , «todo depende del color del cristal con que se mira», y en Ferraz hay satisfacción porque el debate, y el proceso de negociación previo, han permitido consolidar la figura de Sánchez, internamente pero también en la calle.
Toda la estrategia en estas semanas iba encaminada a dejar en evidencia que, si no hay «gobierno de progreso» y sigue Rajoy, es por culpa de Podemos; para que, en caso de repetición de elecciones, esto pase factura a Pablo Iglesias en las urnas.
Sánchez esperará a la evolución de los acontecimientos en estas próximas semanas antes de negociar con los barones si se mantiene o no el calendario del 39 Congreso Federal. Lo previsto son primarias para que los 189.000 militantes socialistas elijan secretario general el 8 de mayo , tan solo una semana después de que, el 2 de mayo, venza el plazo para convocar o no elecciones el 26 de junio.
De no modificarse el calendario orgánico, el Plenario del 39 Congreso se reuniría los días 21 y 22 del mismo mes. Paradojas de la política, ese calendario fue arrancado in extremis al secretario de Organización, César Luena , el 30 de enero después de horas de negociación con los barones críticos, que no querían bajo ningún concepto la fecha de junio que les proponía. Pensaban que escondía un intento de Pedro Sánchez de blindar su candidatura a la Presidencia del Gobierno.
Candidato a todo
La evolución de los acontecimientos en este mes y medio hace que Ferraz sea optimista y vea el camino de Sánchez despejado , tanto para presentarse a la reelección como secretario general si se mantiene la celebración del 39 Congreso en mayo, como para ser de nuevo el candidato socialista a La Moncloa.
Los partidarios del líder del PSOE creen que en este momento no tendría rival y Susana Díaz y los críticos no se atreverán a iniciar una maniobra de presión al líder en un momento en que el partido se juega el ser o no ser frente a Podemos, una organización que busca el «sorpasso» en los siguientes comicios .
Pablo Iglesias va a intentar la unidad de acción con IU, como se ha podido ver toda esta semana con sus gestos de complicidad en las dos sesiones plenarias. No en vano, el PSOE logró el 20-D solo 5,3 millones de votos y Podemos y sus confluencias se quedaron a 300.000 voto s.
Si, finalmente, IU (800.000 votos) cede y concurre con Podemos, la posibilidad de ser segunda fuerza es muy cierta . Este análisis siempre ha estado presente en los despacho socialistas a la hora de elegir disyuntiva: quedarse en la oposición sin iniciativa o aprovechar que Rajoy no suma para postularse, que es lo que finalmente hizo Sánchez.
En el fondo, una maniobra política para mantener la iniciativa, pensando siempre que al final habrá elecciones. Verdad o no, lo cierto es que anoche, cuando salió de del Hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, Pedro Sánchez lanzó un durísimo ataque a Pablo Iglesias, que no parece lo más aconsejable para sentarse a dialogar a partir del lunes.
«En democracia, uno es lo que vota y Pablo Iglesias ha traicionado a los votantes de Podemos, que han elegido cambio, y es el responsable único de que Rajoy siga siendo presidente del Gobierno» .
Así de tajante se mostró el candidato socialista. Claro que minutos antes, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando , había aprovechado su dicurso para pedir a Iglesias que abandone «la ira, el rencor, la rabia y frivolidades», como fue referirse a que Felipe González tiene «las manos manchadas de cal viva» por el terrorismo de los GAL.
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