Curri Valenzuela
Murcia, problema nacional
La posibilidad de que Mariano Rajoy convoque elecciones generales a finales de este año es la causa de que PSOE y Ciudadanos se hayan embarcado en dos guerras contrapuestas para tratar de desalojar de la presidencia de Murcia a Pedro Antonio Sánchez . Ambos partidos saben que no lo van a conseguir, pero a los dos les interesa que se siga hablando de la corrupción del PP de aquí a una nueva cita en las urnas de toda España. Por si acaso.
Lo mas probable es que el culebrón murciano se solvente en los próximos días sin que el PP -que se quedó a un diputado de la mayoría absoluta- pierda la presidencia de la región. Génova confía en que el juez que ha imputado a Sánchez por cuatro supuestos delitos archive la causa sin abrir juicio oral. Si se abre el juicio oral, los estatutos del partido son claros: el actual presidente tendría que dimitir. Sería sustituido por otro parlamentario de su grupo. Problema resuelto.
Ciudadanos, que puso como condición numero uno para apoyar la investidura de Rajoy el cese de cualquier alto cargo al ser imputado, insiste en que Sánchez dimita. Quiere nuevas elecciones regionales porque el cambio de la ley electoral murciana haría, según una encuesta que maneja el PP, que el partido de Rivera aumente de escaños a costa de los populares. Además, «Ciudadanos sabe que pilla cacho y sube en los sondeos nacionales cada vez que los medios airean un caso de corrupción que nos afecta a nosotros», confiesa un alto dirigente de Génova.
Ingenuos como son, los de Rivera se han pillado los dedos al anunciar una moción de censura para convocar elecciones. Los socialistas se les han adelantado presentando una para desalojar al PP del poder que solo progresará si la vota toda la oposición. Como Ciudadanos sabe que si se une a Podemos bajará de votos en toda España, ya está reculando. Lo dicho: lo de Murcia es cuestión nacional.