El homenaje a Carme Chacón, tregua socialista antes de la batalla
El acto en recuerdo de la exministra reúne, sin cruzarse, a los tres candidatos
El homenaje organizado ayer por el PSC a la recientemente fallecida Carme Chacón sirvió para que, en momentos de desencuentro y división dentro de la «familia socialista» , el partido se reencontrara. Como un aglutinante, el recuerdo de la exministra de Defensa, fallecida de manera repentina el pasado día 9 por una dolencia cardiaca, sirvió por ejemplo para que los tres candidatos que se disputarán en primarias la Secretaría General del PSOE -Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López- coincidiesen en Barcelona. Eso sí, ni se cruzaron ni hubo saludo. Espadas en alto.
También, y casi como si se tratase de cumplir con el acto reivindicativo de la etapa de gobierno de Rodríguez Zapatero que la propia Chacón estaba organizando antes de su fallecimiento, en Barcelona se reencontraron el presidente entre 2004 y 2011, su vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega, junto al ex-Jemad José Julio Rodríguez y los exministros González Sinde, Corbacho o Pajín, protagonistas de un periodo que, después de todo, después de tanto, el PSOE ahora recuerda con nostalgia . Fue, por así decirlo, un acto catártico tras unos meses de puñaladas y juego subterráneo en el PSOE, y una forma a la vez de sellar, en parte, la reconciliación entre este partido y el PSC, algo que tanto había hecho sufrir y anhelaba Chacón en tiempos de desencuentro entre Cataluña y el resto de España.
El acto organizado por el PSC fue en este contexto una reivindicación de la política de encuentro, de confluencia, más allá de las distancias políticas o territoriales. Además de los presidentes autonómicos Ximo Puig (Comunidad Valenciana) y Francina Armengol (Islas Baleares), y otros dirigentes socialistas y sindicales que participaron mandando un mensaje por vídeo, en el recinto de Fira pudo verse a la alcaldesa Ada Colau (BComú), Inés Arrimadas (Cs), Alicia Sánchez-Camacho (PP), Josep Duran, Neus Munté (PDECat), Carme Forcadell (ERC), varios consejeros de la Generalitat, el expresidente catalán José Montilla, la ministra de sanidad, Dolors Montserrat (PP), así como el grueso de los dirigentes del PSC y otros del PSOE. Del extranjero se sumó la expresidenta chilena Michel Bachelet, y en el recinto de Fira, nombres de la cultura como Joan Manuel Serrat o David Trueba. En un clima de emoción, se repasó la trayectoria de «la Chacón», como se la conocía : su temprana militancia, sus inicios en la política local, y, por supuesto, aquel «mande firmes» cuando, embarazada de su hijo Miquel, pasó revista a las tropas en Afganistán como ministra de Defensa.
También, como no ante las semanas que se le avecinan al PSOE, sus desvelos dentro del partido en el que aspiró a todo, de manera relevante su renuncia a competir en las primarias para ser candidata a la presidencia del Gobierno frente a Pérez Rubalcaba y, al poco, el intento frustrado en el congreso de Sevilla de hacerse con el liderazgo. « La historia sería ahora diferente. Seguramente no estaríamos como estamos », explicó ayer un Josep Borrell que trató de ayudarla en aquella empresa.
Rodríguez Zapatero, emocionado, recordó la etapa de Chacón en sus gobiernos, alabando su «amor por Cataluña y España», o su pertenencia al grupo de «17 mujeres decentes que formaron parte de mis gobiernos como ministras y que sufrieron ataques indecentes».
En cualquier caso, la de anoche en Barcelona fue una momentánea tregua ante las cuatro semanas que se presentan antes de la votación en primarias. De hecho, y junto a la memoria de Chacón, toda la atención la captaron los tres candidatos en liza, aplaudido quizás el que más Pedro Sánchez, confirmando su condición de favorito en Cataluña. No hubo foto conjunta. Los tres candidatos ni se cruzaron.
Búsqueda de avales
De hecho, y tras haberse formalizado las candidaturas, hoy mismo comienza el periodo de recogida de avales, un requisito que los tres aspirantes se plantean de distinta forma en función de sus posibilidades. La candidata «oficialista» Susana Díaz , por ejemplo, pretende hacer una demostración de fuerza, con el reto de superar las 41.338 firmas que consiguió Pedro Sánchez en las primarias de 2014. Los candidatos necesitan al menos 9.368 avales, el 5% de los 187.360 afiliados.
Desde la candidatura de Pedro Sánchez se admite que Díaz puede ganarle en avales, pero creen que eso no impedirá que él venza en votos, como ocurrió en las primarias de 1998, en las que el entonces candidato del aparato, Joaquín Almunia , ganó claramente en avales a Josep Borrell , pero después éste se impuso en la votación. En el entorno de Sánchez barajan incluso no presentar todos los avales que recojan, porque consideran que la demostración de fuerza de Díaz puede perjudicarla y beneficiarle a él, al movilizar más el voto de las bases contra la «capacidad intimidatoria» de los «susanistas», apuntaron a Efe, una visión compartida por el equipo del tercero en discordia, Patxi López .
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