Duran i Lleida, el portavoz más pasivo del Congreso pese al órdago secesionista

Frente a los cientos de actividades parlamentarias de sus rivales, el político catalán solo intervino en 41 debates y presentó 35 iniciativas en cuatro años

ABC

ANA I. SÁNCHEZ

El Congreso cierra sus puertas hasta la próxima legislatura y llega la hora de hacer balance a cuatro años en los que Cataluña y las reformas del PP han disparado la tensión en los rifirrafes parlamentarios. Sin embargo, no todos los portavoces han realizado su labor con la misma energía. Así, el representante de Convergencia i Unió, Josep Antoni Duran i Lleida , ha sido con mucha diferencia el más pasivo de toda la oposición (ver gráfico) pese al pulso secesionista lanzado por la Generalitat desde el inicio de la legislatura. El político catalán, que puede que no vuelva a ocupar escaño ya que ninguna encuesta otorga banco a Unió, se despide del Congreso con un total de 76 actuaciones en estos cuatro años, menos de veinte por cada año de legislatura, frente a los cientos y en algunos casos miles de actividades parlamentarias llevadas a cabo por el resto de portavoces de la oposición. En concreto, Duran ha limitado sus intervenciones a 41 debates -incluyendo las 28 preguntas orales realizadas al Gobierno-, 31 preguntas escritas, 1 solicitud de comparecencia y 3 solicitudes de informes al Gobierno.

Problemas de salud

Fuentes cercanas al portavoz catalán justifican esta baja actividad en sus problemas de salud. «En varias ocasiones ni siquiera podía levantarse de la cama y realizar la pregunta oral al Gobierno. Avisaba unas horas antes a alguno de sus compañeros para que le sustituyeran en la sesión de control», señalan. «De hecho, estuvo decidido a abandonar la política pero al final ha decidido seguir. Además, las cifras no siempre revelan el trabajo real que ha realizado el portavoz porque hay mucho trabajo de despacho y muchas veces llevan a error. Por ejemplo, presentar preguntas escritas no lleva ni dos minutos y cuentan como iniciativas parlamentarias», justifican las mismas fuentes.

Incluso el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando , suma 77 intervenciones e iniciativas parlamentarias pese a ocupar este cargo desde hace menos de un año, diciembre de 2014. Y ello cuando tradicionalmente el grupo parlamentario del Gobierno tiene menor actividad que el resto, al centrar su trabajo parlamentario en prestar apoyo, en lugar de hacer oposición, al Ejecutivo.

Errekondo, detrás

El siguiente portavoz con menos trabajo parlamentario a sus espaldas es el abertzale Mikel Errekondo de Amaiur. Sus intervenciones alcanzan los 149 debates y sus iniciativas. Un total de 261 actuaciones que más que triplican las cifras de Duran i Lleida, mientras que la cara contraria de la moneda no es otra que la fundadora de UPyD, Rosa Díez, que se alza con el título de ser la portavoz más activa del Congreso. En estos cuatro años ha acumulado más de dos millares de acciones parlamentarias, tras participar en 635 debates, incluyendo 113 preguntas orales, plantear 1337 preguntas escritas, y solicitar 35 informes. «Todos los portavoces tienen trabajo de despacho, evidentemente, y está claro que hacer preguntas escritas es mucho menos complicado que intervenir un debate pero todo es trabajo y al final el que no trabaja ni hace una cosa ni hace la otra. Y eso es lo que revelan las cifras: quién se preocupa de hacer bien su trabajo y quién no», subrayan fuentes cercanas a Díez.

Entre los diputados rasos el balance también es desigual. Aunque la amplia mayoría de sus señorías ha realizado un dilatado trabajo durante los últimos cuatro años, visible en cientos de iniciativas y decenas de intervenciones individuales, no todos los diputados se tomaron igual de en serio su labor como representantes públicos.

La exministra de Sanidad Ana Mato no ha registrado ninguna actividad desde que dimitió de su cargo

El caso más llamativo de la Cámara Baja es el del que fuera jefe de gabinete de Presidencia con José María Aznar, Carlos Aragonés, cuyas iniciativas parlamentarias se reducen a nueve preguntas escritas al Gobierno y sus intervenciones no pasan de un único debate, una proposición no de Ley sobre el Instituto Cervantes .

De cerca le sigue la ya exdiputada Cayetana Álvarez de Toledo también con sólo nueve preguntas escritas al Gobierno aunque en su caso participó en dos debates, una proposición no de Ley relativa a la liberación del opositor venezolano Leopoldo López, y un proyecto de Ley que autorizó la ratificación por España del Protocolo sobre las preocupaciones del pueblo irlandés sobre el Tratado de Lisboa. Otro caso llamativo es el de la exministra de Sanidad, Ana Mato, que pese a seguir ocupando un escaño no ha registrado ninguna iniciativa parlamentaria ni participado en ningún debate desde que presentó su dimisión el pasado 26 de noviembre de 2014.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación