El caso Nóos se toma un breve descanso

El juicio no se ha reanudado este martes por coincidir con la festividad del Día de las Islas Baleares

JOSEP MARIA AGUILÓ

Durante su primera legislatura como presidente autonómico, entre 1996 y 1999, Jaume Matas acordó que el Día de las Islas Baleares pasase a ser siempre festivo. Esta conmemoración tiene lugar cada 1 de marzo, pero en sus orígenes sólo era un día laborable más. Gracias al cambio impulsado por Matas en 1999, los isleños tenemos un nuevo día festivo desde entonces, y en principio parece que va a seguir siendo así. Lo decimos, porque aquella debe de ser una de las pocas decisiones de Matas que no ha sido investigada por el fiscal Pedro Horrach o cuestionada por el juez José Castro .

Como este martes es 1 de marzo, toda la Comunidad está de fiesta. Y si alguien no lo está, podrá, al menos, descansar un poco. Así ocurrirá, por ejemplo, con los 17 acusados en el juicio del caso Nóos , así como con las acusaciones, las defensas, los periodistas que siguen el juicio, los comentaristas que no lo siguen y el tribunal. Pero quizás quien más agradezca hoy ese descanso sea el secretario judicial, que en cada sesión debe encontrar los folios concretos o los anexos que le solicitan las distintas partes. Recordemos que en el sumario hay en total, hoja arriba, hoja abajo, alrededor de 77.000 folios repartidos en más de 100 tomos. Aun contando con la inestimable ayuda de la informática en este caso, en algunos momentos quizás resultaría algo más fácil intentar encontrar una aguja —o el anexo de una aguja— en un pajar.

Es posible que en alguno de esos momentos de sosiego o de quietud de este martes, Doña Cristina e Iñaki Urdangarín recuerden que fue precisamente un 1 de marzo, en concreto el de 1998, cuando recibieron la Medalla de Oro de la Comunidad de manos de Matas. En otras circunstancias, quizás podría haber sido una de esas curiosas anécdotas a comentar entre sus distintos protagonistas, pero parece poco probable que estos días Matas y Urdangarín comenten nada. No parece fácil que Urdangarín desee hablar con quien hace apenas unas semanas le llamó «conseguidor», «intermediario» o «facilitador», o peor aún, «comisión» y «peaje». Cuando el pasado viernes Urdangarín afirmó ante el tribunal que nunca había sido un «comisionista de nada», parecía que se lo estaba diciendo a Horrach, pero en realidad se lo estaba recriminando a Matas.

El hoy antiguo mandatario balear llegó a presidir siete celebraciones como la de este martes. Durante su segunda legislatura al frente del Ejecutivo regional, entre 2003 y 2007, Matas tuvo el detalle de entregar en 2006 la Medalla de Oro de la Comunidad a los cinco expresidentes autonómicos que en algún momento habían ostentado el cargo, Jeroni Albertí, Francesc Tutzó, Gabriel Cañellas, Cristòfol Soler y Francesc Antich . Seguramente, Matas tenía entonces la secreta esperanza de llegar a ser recompensado algún día con idéntica distinción. Una década después, tal vez el único reconocimiento que Matas espere ya sea el de ser finalmente absuelto por la opinión pública y, a ser posible, también por el tribunal del caso Nóos.

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