Podemos cambia las plazas por las «moradas»
El partido anuncia la apertura de varias «sedes sociales y culturales» por toda España, la primera en Madrid, entre polémica por el nombre que da a las mismas
Volver a las calles y al espíritu de los círculos. En un partido que se define a sí mismo como «nacido en las plazas», con la simbología que tras el 15-M ello conlleva, crear «espacios para toda la ciudadanía» se ha convertido en una prioridad. Podemos se ha puesto manos a la obra para abrir sus propias sedes sociales y culturales, al estilo de las viejas «casas del pueblo» de los socialistas . Serán los puntos de encuentro para militantes y simpatizantes, donde llevar a cabo todo tipo de «actividades culturales y políticas, favoreciendo el desarrollo del tejido social a su alrededor», una labor que según los estatutos del partido quedaba circunscrita a los Círculos.
Se trata de las «moradas» , como el partido ha decidido llamar a estas sedes de encuentro en un guiño a su propio nombre, que irá abriendo por toda la geografía española bajo el paraguas de su 'think thank', el Instituto 25-M. La primera de ellas se inaugurará en octubre en Madrid, en el barrio de Embajadores, y tendrá 460 metros cuadrados.
Las «moradas» contarán con bar, tienda para comprar merchandising del partido, aulas para formación y coworking , puntos de acceso a internet, espacios de reuniones destinados a círculos, consejos municipales de Podemos, asociaciones, etc, y espacios multiusos en los que habrá representaciones culturales —conciertos, djs, artes visuales— y actividades políticas.
El Instituto 25-M explica en su web oficial que estas «moradas» se sostendrán económicamente «con su propia actividad y también con la aportación mensual de sus socios individuales ». Además de la ya habitual difusión en redes sociales que el partido hace de cada una de sus campañas de crowfunding y similares, ha enviado a los suscriptores de su revista trimestral «La Circular» una petición para que puedan ser socios de la primera «morada», abonando una cuota mensual con la que disfrutarán de una serie de ventajas y descuentos en la misma.
Dicha cuota mensual es de 22 euros, que se reduce a 20 si se abonan seis meses de una vez. Es el precio a pagar para ser socio de la «morada». Ya se han escuchado las primeras quejas entre los círculos , la que fuera la «unidad básica de organización de Podemos» según sus propios estatutos, por el hecho de que estas sedes vengan a suplir la actividad que ellos mismos desempeñaban en calles, plazas y sus propios locales, previo pago de una cuota que no exigían los círculos.
La forma en que estas sedes se organizarán será mediante consejos, una especia de asambleas en las que se tomarán las decisiones sobre actividades, programación y «líneas de acción» , y que estarán formados por los Consejos Ciudadanos regional y municipal de donde se sitúe, sus socios de pago, círculos, y un consejo asesor del Instituto 25M, con miembros del Consejo Estatal de Podemos.
Polémica por el nombre
El pasado mes de enero, Podemos abrió una votación entre sus inscritos para elegir el nombre que darían a sus sedes . Ya hubo entonces cierta polémica porque se plantearon tres nombres entre los que había que elegir: Morada, Casa ciudadana y Casa del pueblo —tal y como llamaban a las suyas los socialistas—. Casa ciudadana fue la opción más votada entonces, con un 47,6% de apoyos, frente al 33,5% que obtuvo la Morada.
Resultados de la votación ciudadana para elegir nombre de las sedes: 1 Casa Ciudadana 47.6% 2 La Morada 33.5% 3 Casa del Pueblo 18.8%— PODEMOS (@ahorapodemos) enero 11, 2015
Meses después, el partido ha decidido llamarlas «moradas», pese a que no fue la opción más votada entonces y ante la sorpresa de parte de los inscritos, que no han dudado en hacer notar esta cuestión en el principal foro del partido.
En la recta final para las elecciones generales, Podemos quiere volver a «las plazas» pero entre cuatro paredes . Difundir ideas, dejarse ver y crear puntos de encuentro para sus bases serán los principales objetivos de estas «moradas». No confundir con «La morada», el «centro social ocupado y autogestionado» de Chamberí que alojó en su seno asambleas vinculadas al 15-M.
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