chispas
Margallo se plantea un cara a cara con Junqueras
El ministro es un personaje con tirón entre los votantes tradicionales del PP y un buen polemista que podría explicar muy bien que la salida de Cataluña de la UE
En La Moncloa califican de «margalladas» las ocasionales salidas de pata de banco del ministro de Asuntos Exteriores. El último ejemplo de este hecho ha sido su propuesta de reformar la Constitución y traspasar a los catalanes la totalidad de lo que se les recauda por IRPF . Pero José Manuel García Margallo, que a los 71 años tiene las semanas contadas en el Gobierno aunque vuelva a ganar su amigo Mariano Rajoy , piensa seguir en su línea hasta el final: en estos momentos sopesa si aceptar el reto que le ha lanzado Oriol Junqueras para mantener un cara a cara sobre la posible salida de la Unión Europea de una Cataluña independiente.
Margallo ha consultado la posibilidad de celebrar el debate con el candidato de su partido, Xavier García Albiol, y a este le pareció buena idea. El ministro es un personaje con tirón entre los votantes tradicionales del PP y un buen polemista que podría explicar muy bien que la salida de Cataluña de la UE sería consecuencia inevitable de su independencia, un dato que los secesionistas están tratando de ocultar a los catalanes convocados en las urnas el día 27 de este mes.
El PP catalán y su candidato no se rasgan las vestiduras por las consecuencias de las declaraciones del ministro que, por otra parte, no son nuevas. Su estrategia está siendo la de tratar de arañar votos de todos los sectores posibles , en especial desencantados socialistas y antiguos seguidores de Convergència con miedo a la independencia, y no les viene mal una pluralidad de voces en el PP nacional. Al PSC, recuerdan, no les está perjudicando en las encuestas su ambigüedad sobre los temas de fondo de la campaña, sustentadas por personajes tan diversos como Pedro Sánchez, Felipe González o Joseph Borrell.
De forma contraria se ve en La Moncloa la última «margallada» que, dicen, ha enfadado mucho al presidente de Gobierno –lo cual se da por hecho– aunque algunos sospechen que el enfadado de verdad es Jorge Moragas, que controla la campaña catalana mientras ejerce de jefe de su gabinete y quiere un mensaje único de dureza, sin contemplaciones con los independentistas.
Un malestar al que se han sumado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, blanco frecuente de las críticas del ministro de Exteriores cuando ejerce como líder de ese G-8 del Gobierno opuesto a su acumulación de poder, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ya le ha dicho que no a su idea del IRPF. Los dos creen que Margallo no ha desaprovechado ocasión para proponerse como Vicepresidente Económico del Gobierno a costa del uno y del otro , como tampoco deja pasar ocasión para manifestar las opiniones que le parece oportuno airear.
Noticias relacionadas
- Margallo afirma que se pueden «colar» yihadistas a pesar de la «criba» en los centros
- Margallo apoya una reforma constitucional y de financiación para encajar el «hecho catalán»
- Margallo, a Mas: «Saltarse las reglas del juego conduce a la dictadura»
- Margallo: «Aunque en Gibraltar fumasen todos los niños y los simios no podrían consumir todo ese tabaco»