«Un legado vigente», por César Luena

Era un socialista bien forjado, con la piel de piedra, el corazón abierto y la mano siempre tendida. José María Benegas nos dejó ayer y no por tristemente presentida, su pérdida duele menos . En su trayectoria, intensamente vivida, Txiki Benegas ha ejercido casi todas las responsabilidades que pueden desempeñarse en la actividad pública y en todos los casos lo ha hecho con idéntica honestidad y competencia. Hay figuras que se resumen con adjetivos y son muy necesarias, y hay personalidades que se condensan mejor con sustantivos y son las imprescindibles . Txiki era una de ellas. Recorriendo su trayectoria, cabría pensar que nació siendo veterano por su destreza y capacidad política. El tránsito de José María Benegas por la historia más reciente de nuestro país es el viaje mismo de la España en blanco y negro que soñaba con la democracia a la sociedad multicolor que figuras como él contribuyeron a construir con generosidad y grandeza, con la fuerza transformadora de las ideas y el valor de las palabras.

A todos los demócratas nos acompañará siempre su ejemplo y su legado, que es una sociedad mejor y más justa que la que Txiki heredó muy joven en el ocaso de una dictadura. Los socialistas que asumimos ahora el compromiso modernizador que guió su trabajo tenemos en José María Benegas un excelente ejemplo a seguir. El PSOE es la suma de unos valores de libertad, igualdad y solidaridad que están incrustados en la genética socialista y son transmitidos generación tras generación. Pocos dirigentes políticos pueden encarnar mejor que José María Benegas ese gran motor social que es el abrazo entre aquellos a quienes sólo separan los años porque comparten algo más fuerte: un mismo compromiso transformador.

Ahora, en el momento de la despedida, honrar la memoria de Txiki Benegas es una obligación para todos los socialistas . Asumimos este encargo con la misma convicción y fuerza que le acompañó en su responsabilidad pública. Trabajaremos siempre para mantener vivo el legado de paz, libertad y progreso que José María Benegas fraguó con su compromiso.