La afición de Rajoy por las comidas informales
En los últimos dos meses, se ha conocido su presencia en tres almuerzos en lugares populares de la capital
Cercanía, proximidad, humanizar al personaje político... con todas estas expresiones podría definirse la estrategia que los responsables del PP llevan meses trabajando para cambiar la imagen del presidente Rajoy. Entre las fórmulas para conseguirlo, más apariciones ante la prensa, contacto con el «pueblo llano» en actos «de calle» y gestos . Como las comidas populares, en lugares muy conocidos y frecuentados, sin aparente protocolo. Intentando transmitir una idea: normalidad.
En los dos últimos meses, desde finales de junio a estos días de agosto, el presidente Rajoy ha tomado parte en tres de estas comidas informales -que hayan trascendido-. La última de ellas, este martes, durante el pleno del Congreso en que se debatía el tercer rescate a Grecia. Rajoy abandonó el hemiciclo poco antes de las dos de la tarde, y salió a pie bajando la carrera de San Jerónimo con el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, y su mano derecha, Jorge Moragas, en dirección a una conocida cervecería situada muy cerca del Congreso.
Por el camino, como era inevitable, se cruzó con decenas de ciudadanos que transitaban por la zona, muchos de ellos turistas que no dudaron en acercarse al presidente, hacerse fotos con él y hasta, en algunos casos, darle un abrazo . A la comida -torreznos, cogollos de Tudela y alguna otra especialidad del lugar- se uniero pronto otros dirigentes populares como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Sanidad Alfonso Alonso, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes José Luis Ayllón, y algunos más.
A comienzos de julio, concretamente el día 2, Rajoy eligió también otro típico establecimiento popular madrileño, Casa Lucio , para invitar al Rey Juan Carlos y a los ex presidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, a una cena.
Fue, en esta ocasión, momento para las típicas especialidades del restaurante: huevos estrellados, jamón, tostadas de pan con tomate, langostinos y un pescado . Un menú sencillo para una reunión que, según se explicó, también transcurrió en un ambiente «muy agradable».
Apenas unos días antes, el 29 de junio, fue el momento de invitar a un amigo llegado de fuera: el ex presidente francés, Nicolás Sarkozy, con quien Rajoy comió en la Tasca Suprema, muy cerca de la sede popular de la calle Génova. Ambos degustaron, solos en una mesa, gazpacho, ensaladilla rusa y chipirones. No faltó el vino ni tampoco el teléfono móvil de Sarkozy sobre la mesa.
Ayer miércoles, Rajoy se fotografió tomando una caña con el alcalde de Celanova (Orense), José Luis Ferro , en un bar de la plaza mayor de la localidad, tras la visita que realizó al Claustro barroco de San Rosendo.
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