El nuevo PP se la juega en Cataluña
Cada vez más cerca del 27-S, los populares continúan planeando su estrategia
Complicado estreno electoral para el nuevo equipo dirigente del PP recien nombrado por Mariano Rajoy cuando este confiaba aún en que Artur Mas no convocara las elecciones autonómicas del 27 de septiembre. Hasta la semana pasada los populares catalanes apostaba porque no iba a cuajar el acuerdo para la lista única de CDC, ERC y las asociaciones independentistas. Pero la realidad se ha impuesto a sus deseos y a día de hoy la única certeza con las que cuentan es una encuesta que les vaticina que sus 19 diputados actuales en el Parlament van a quedar reducidos a 7.
Tampoco hay dudas de que Alicia Sanchez Camacho va a ser su cabeza de lista de nuevo. Aunque aun no hay fecha para su proclamación oficial por el Comité Electoral Nacional que ella misma preside y, a pesar de las reticencias que su candidatura despierta en sectores del PP, todos coinciden en que a dos meses de las elecciones es impensable plantear su sustitución. «Qué mas querría ella que librarse de la chufa que se va a dar», bromea uno de sus allegados. La propia Sanchez Camacho cuenta que varias veces en el último año ha pedido su relevo a la dirección nacional , cansada del desgaste que le está suponiendo la campaña de ataques personales que sufre en Barcelona .
Alicia, como se la conoce sin mas en el PP, no tiene buenas encuestas, pero sí buenos padrinos: habla frecuentemente con Rajoy, lo que no pueden decir la mayoría de los barones regionales; mantiene magníficas relaciones con Soraya Sáenz de Santamaría, incrementadas conforme se ha ido distanciando de María Dolores de Cospedal, y tiene como valedor principal a uno de los hombres con mas influencia en el Gobierno y en el partido, el jefe de gabinete del Presidente y director de su campaña electoral, Jorge Moragas.
Moragas, diputado por Barcelona además de todos esos cargos, manda mucho más en el PP que lo que le corresponde por su título, que se explicó como el de una delegación de Rajoy para que se ocupe de ejecutar su campaña para las elecciones generales; una tarea muy personal que el presidente ni siquiera se molestó en consultar con la secretaria general. Cospedal se enteró del nombramiento, como el resto de los miembros de la Ejecutiva Nacional, cuando Rajoy lo anunció en su última reunión.
Tanto manda Moragas que cuando no tiene tiempo de acudir a su despacho de Génova son los nuevos vicesecretarios quienes se desplazan a La Moncloa para despachar con él. «Cospedal les encarga cosas, pero ellos no toman ninguna decisión referente a la marcha del partido sin consultarlo antes con Moragas», explica un veterano de la sede popular. Lo lógico, teniendo en cuenta que Fernando Martínez Maillo, Javier Maroto y Andrea Levy fueron recomendados por él cuando Rajoy pidió nombres de jóvenes para renovar la cúpula del partido.
Sanchez Camacho también cuenta con Moragas y los suyos para coordinar de lejos su campaña, cuyo primer movimiento será enviar una carta a los dirigentes de PSC y Ciudadanos para pedirles una postura común, que no una lista única, frente al independentismo. Ya sabe que le van a contestar que no: los socialistas prefieren asociarse con Podemos y Ciudadanos confía en convertirse en el partido aglutinador de los no nacionalistas para si, resulta factible, ellos puedan gobernar con apoyo del PP. Demasiado complicado para una campaña electoral en manos de unos jóvenes recién llegados que tienen que estrenarse en política nacional con lo que, si no lo remedia un milagro, será un fracaso .
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