Malestar en el PP con Wert por buscar su salida a cinco meses de las generales
La presión para abandonar el Gobierno camino de un puesto en la OCDE no es bien vista por cargos populares que consideran que «desgastaría» a Rajoy
«Espera». Con esa palabra Mariano Rajoy respondió al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, cuando a finales de abril le pidió abandonar el Gobierno camino de París , donde su pareja sentimental y exsecretaria de Estado, Montserrat Gomendio, acababa de aceptar el cargo de directora general adjunta de Educación de la OCDE. Aunque el presidente del Gobierno se planteó entonces, una vez que se celebrasen las elecciones municipales, designarle embajador de España ante ese organismo internacional para facilitar una salida «personal» a uno de los ministros más polémicos de su Gabinete, lo cierto es que entre algunos compañeros de Wert, tanto en el Gobierno como en el partido, la idea de un destino de estas características no ha sido bien recibida. Extremo que ha hecho dudar al propio Rajoy .
El recelo a que un ministro abandone a solo cinco meses de las trascendentales elecciones generales de noviembre su sillón para granjearse «un puesto a medida» es, a juicio de un ministro preguntado por ABC, « una decisión muy difícil de vender ante la opinión pública, que desgastaría claramente a Rajoy y debilitaría su nueva política », que estrenará hoy presidiendo su primera reunión en Génova. La mala acogida interna del relevo es una de las causas que ha impedido llevar a cabo la primera intención del presidente: hacer coincidir los movimientos en el partido de la pasada semana ( el nombramiento de Jorge Moragas como jefe de campaña y el de cinco vicesecretarios ) con los ajustes en el Ejecutivo. Pese a la expectación levantada, el presidente tuvo anteayer que echar agua a la leche al reducir los cambios a unos retoques. Es decir, muy probablemente se refería a la sustitución del ministro de Educación, encallada además por el malestar interno.
Sin embargo, Wert ha confesado en su círculo más próximo que la decisión de marcharse «está tomada» y que en ningún caso esperará a que se disuelvan las Cortes para afrontar esta nueva etapa vital. De hecho, algunas fuentes de su Departamento aseguran que el todavía ministro «viaja continuamente a París para poner las bases de su nueva vida». Pero esa nueva vida, pese a todo, no está claro que pase por la embajada en la OCDE. Ayer un alto cargo popular aseguraba que «el presidente no tiene decidido ofrecerle ese cargo. Es más, creo que desde un primer momento tuvo dudas. Es el único que puede hacerlo y muchos se lo hemos desaconsejado».
Puerta giratoria
A Rajoy le han razonado que una salida así «podría ser considerada como otro ejemplo más de políticos aprovechándose de la puerta giratoria de los cargos, contra la que la opinión pública está claramente. No podemos vender por la mañana que esto va a cambiar, que hay que ser más sensibles y exigentes con lo que quiere la gente, y luego permitir estas cosas ». Es decir, en el Gobierno ya solo se manejan dos hipótesis: que finalmente Rajoy no ceda a la presión de Wert y éste continúe hasta el fin de la legislatura, o que si finalmente le releva no sea para recolocarle en París con un cargo a medida. Sin embargo, la pretensión tiene antecedentes. Antes que él otros ministros y altos cargos del PSOE y del PP han ocupado la citada embajada española ante la OCDE. Entre ellos, los socialistas Claudio Aranzadi y Cristina Narbona, y la exsecretaria de Estado de Comercio popular, Elena Pisonero.
Lo que sí tienen claro tanto en Moncloa como en la dirección del partido es que los ajustes en el Gobierno no serán en modo alguno «una crisis ni una remodelación» dado que Rajoy «tiene asumido que todo el peso había que ponerlo en Génova, empezando por su propia implicación en la vida interna y en la preparación de la carrera electoral». De ser así, y si se confirma la salida a petición propia de Wert, el presidente maneja, tras haber descartado el nombre de la secretaria general María Dolores de Cospedal, el de los exbarones Pedro Sanz, de La Rioja, y Juan Carlos Monago, de Extremadura, «en el paro» tras las elecciones autonómicas.
No se descarta tampoco que el relevo natural «y sin complicaciones» lo hiciera Rajoy colocando al secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, miembro del equipo de Wert. Él lo ha negado recientemente y en el Ministerio se duda de esta opción, aunque nadie se atreve a asegurar nada.
Cuarto retoque
De producirse este cambio, que muchos responsables populares esperaron sin éxito que se materializase ayer, se trataría del cuarto retoque de su mandato. El primero lo provocó la salida de Miguel Arias Cañete, que dejó Agricultura para incorporarse a la candidatura del PP a las elecciones europeas de 2014 (actualmente es comisario europeo de Cambio Climático y Energía); el segundo vino dado por la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia en septiembre de 2014 tras serle tumbada su ley del aborto; y el último lo protagonizó Ana Mato, que abandonó al ser señalada por el juez Pablo Ruz como «partícipe a título lucrativo» de la red Gürtel. Queda saber si Wert será el cuarto.
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