Sánchez, a Rajoy: «No vale con un cambio de caras en el Gobierno»
El líder socialista presenta una «hoja de ruta» progresista y justifica el secretismo de sus contactos con Albert Rivera y Pablo Iglesias
Pedro Sánchez compareció este miércoles por sorpresa en rueda de prensa, tras la reunión de la Ejecutiva del PSOE, para presentar la «hoja de ruta» de los cambios que cree necesarios antes de las elecciones generales y avisar a Mariano Rajoy de que «no vale con un cambio de caras en el Gobierno».
Sánchez explicó que los españoles votaron «cambio» el pasado 24 de mayo y eso tiene que verse reflejado en las políticas que has desde ya el Ejecutivo.
El documento, titulado «El cambio para el progreso seguro» agrupa las iniciativas parlamentarias que va a presentar el Grupo Socialista en los próximos meses; abarca desde políticas de reindustrializacion al no desarrollo de la Ley de Educación, pasando por la derogación del decreto 16/2012 que, según explico Sánchez, dejó sin sanidad publica a medio millón de personas.
Se trata, en definitiva, de que «conste» que el PSOE ha intentado el cambio que han demandado los españoles en las urnas.
Ya en el turno de preguntas, el secretario general del PSOE ha respondido a las acusaciones de secretismo que se le hacen, por no revelar con antelación sus contactos con Albert Rivera y con Pablo Iglesias (este ultimo será esta noche y lo ha filtrado Podemos).
Sánchez asegura que el es «transparente» pero que estos primeros contactos tienen que ser reservados porque son «para conocernos».
Aunque ha echado un piropo a Rivera tras su desayuno de dos horas y media ayer -«me causó buena impresión»-, el líder socialista no ha dudado en meter presión a Ciudadanos para que haga a Ángel Gabilondo presidente de Madrid.
Según Pedro Sánchez, eso, como el cambio en el Ayuntamiento de Madrid, se esta convirtiendo en una «exigencia moral» para alguien como Rivera, que antepone la regeneración y la limpieza a cualquier cambalache de pactos.
Sánchez ha querido dejar también un mensaje a Pablo Iglesias , advirtiéndole que los españoles están con las reformas pero no con un discurso «rupturista»; luego, a la pregunta de si considera que Iglesias esta en la tesis del desprestigio institucional, matizó y respondió con un escueto «no».
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