Pablo Iglesias pide a sus votantes que convenzan cada uno a «cinco indecisos»

La caída de Podemos en la última encuesta del CIS ha marcado el camino al partido de Pablo Iglesias, que busca ahora el voto de los indecisos para recuperar el músculo perdido en los últimos meses.

Durante un mitin en Móstoles —una de las localidades del llamado en los años de gobiernos socialistas «cinturón rojo» de la comunidad— Iglesias ha pedido a sus simpatizantes que se conviertan en «activistas» y convenzan cada uno a «cinco personas que no tengan claro a quién votar».

«Preguntad a todo el que dude, ¿y tú con quién estás? ¿Con Rato? ¿Con el yogur naranja del recambio? ¿Con quienes tienen cuentas en Andorra y en Suiza? ¿O con el cambio? », ha insistido. «Necesitamos esa fuerza en campaña».

Iglesias ha insistido en que para «echar a los mafiosos» de Madrid hace falta el boca a boca ciudadano. «No me tienen miedo a mí, os lo tienen a vosotros. Enseñar los dientes como leonas que defienden a su camada, con orgullo, con dignidad», ha clamado.

Tirando de Historia de España, Iglesias ha utilizado como hilo conductor de su discurso la «valentía» que demostró el sur en 1808 y que ahora es necesaria para «recuperar Madrid frente a aquellos que la han entregado a mafiosos, corruptos y constructores». De hecho, su intervención ha comenzado con la lectura de un bando del 2 de mayo de ese mismo año: «No hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente».

Recibido con el habitual «¡Pablo presidente!» —al que se ha sumado un «el pueblo unido jamás será vencido»—, el líder de Podemos ha asegurado que España no se puede permitir cuatro años más de PP. «Hay dos opciones: o seguimos haciendo lo mismo, o cambiamos», ha insistido, como viene haciendo toda la campaña. « Ellos quieren echar a la gente sin hogar; nosotros queremos echarles a ellos », ha gritado.

«En Madrid, la única formación política sin un sólo comisario del partido de Bankia es Podemos», ha defendido Iglesias, y ha elevado el tono para advertir de que su formación no olvida que «compraron a Tamayo y Sáenz para entregarle el Gobierno a Esperanza Aguirre». «A nosotros no nos compra nadie, y eso no nos lo perdonan», ha clamado.