El Gobierno detecta una recuperación del voto de su electorado «indignado»

Hay optimismo en La Moncloa en el inicio de esta larguísima precampaña electoral. Después del último barómetro del CIS, donde el PP aparecía estancando con un 27,3 por ciento en estimación de voto , aunque se mantenía como primera fuerza política, en el Gobierno han detectado una ligera recuperación del voto del PP, sobre todo entre esa «bolsa» enorme de indecisos que se han alejado de este partido en los últimos tres años y que no se han marchado a otras siglas, según fuentes próximas al Ejecutivo. (Consulte aquí el barómetro completo del CIS de enero).

Esa ligera recuperación del voto podría situar al PP ahora mismo más cerca del 30 por ciento, frente a ese 27,3 por ciento que se registró en el barómetro del CIS, realizado en los primeros días de enero de 2015.

Las fuentes consultadas explican que las causas podrían ser dos: por un lado, el temor a una subida de la extrema izquierda y del populismo, representado por Podemos, ahora mismo segunda fuerza en estimación de voto; por otro lado, en el Gobierno están convencidos de que los datos sobre la recuperación económica están empezando a llegar a muchos españoles. Y la tendencia será más positiva según avance el año.

Por eso, en el Gobierno se mira con relativo optimismo el horizonte electoral, aunque en Moncloa son plenamente conscientes de que en las elecciones municipales y autonómicas el PP tendrá un retroceso que hoy por hoy parece inevitable. Ante las generales de finales de año, el panorama les pinta mejor, según la perspectiva actual.

Los populares consideran que para formar un Gobierno con mayoría suficiente para gobernar necesitarían aproximadamente un 34 o 35 por ciento en el voto de las generales. Ese es su objetivo, y para ello se han propuesto lograr movilizar a los indecisos que, según los datos del CIS, rondarían el 22 por ciento (entre el no sabe y el no contesta).

En esa posible recuperación del voto, entrarían parte de los votantes «indignados» con el PP por el desgaste del Gobierno en los últimos tres años, pero que siguen siendo votantes potenciales y no tienen intención de apoyar a otro partido. Pero se ha detectado también menos voto «oculto», algo que va en paralelo con la recuperación económica.