«Show» anti-bipartidista en el Congreso de los Diputados para oponerse al pacto

En el orden del día del Pleno del Congreso figuraba este martes un asunto trascendental: la Proposición de ley contra el terrorismo yihadista, que forma parte del pacto de Estado entre el Gobierno y el PSOE (al que se han unido Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias). Un debate en teoría importante, pero que los partidos minoritarios, que se oponen al pacto, convirtieron en una sucesión de descalificaciones y reproches a los grupos mayoritarios... por haber firmado ese acuerdo que busca reforzar la lucha contra el terrorismo yihadista. Algo que les sirvió para arremeter contra el bipartidismo.

A Izquierda Unida, por ejemplo, no le ha gustado nada el pacto de Estado. Mejor dicho, le ha crispado hasta límites insospechados. Se ha visto en la intervención de Gaspar Llamazares, quien no se ha limitado a expresar su rechazo al pacto, sino que de paso ha abroncado al PP y al PSOE, por querer «blindar el bipartidismo» . En mitad de su bronca, Llamazares ha reconocido que su grupo «también tiene miedo al vendaval electoral», pero eso no justifica un pacto. En su razonamiento, ha reprochado a PP y PSOE que no hayan firmado otros acuerdos, como contra la pobreza o por los derechos sociales.

Desde Equo-Compromís, Baldoví ha dirigido su bronca al PSOE, por hacerse la foto «con alguien que está dinamitando el bienestar de las personas» desde que llegó al poder. Y luego ha buscado la foto al mostrar un ejemplar de la Constitución con una cadena alrededor, para demostrar lo que significa el acuerdo, con la prisión permanente revisable incluida.

El BNG ha llamado «paripé de Estado» al Pacto de Estado, y se ha preguntado qué bien aporta a la sociedad un acuerdo contra el terrorismo yihadista como el que se ha firmado.

El «show» ha llegado a su momento culminante cuando ha subido a la tribuna Joan Tardà, de ERC. Primero ha expresado su asco por yihadismo, pero luego ha señalado que el pacto es un monumento al cinismo . A partir de ahí, con un juego malabarista, ha convertido el debate sobre el yihadismo en un debate sobre... la independencia de Cataluña. Y como en el acuerdo se pone énfasis en esos delitos que supongan subvertir el orden constitucional, ha preguntado al Gobierno si piensa aplicar el pacto a los catalanes si se independizan. No se ha quedado ahí, y ha llamado trileros a los socialistas. Les ha exigido que no vuelvan a llamar nunca a ERC, y ha subrayado que populares y socialistas son los nuevos caciques y conservadores.

Escuchar después a Mikel Errekondo (Amaiur) hablar de libertades siempre chirría en el Pleno del Congreso. El proetarra no ha tenido ningún problema a la hora de oponerse al pacto contra el yihadismo y ha acusado al Gobierno de llenar las cárceles con ciudadanos «que se atreven a defender sus derechos».

El debate ha subido algo de nivel cuando ha llegado el turno de Olabarria (PNV), quien ha lamentado la retórica «alucinógena» del PP y del PSOE. Rosa Díez (UPyD) ha tachado de «chapuza» el pacto y ha anunciado que su grupo no tomará en consideración esta proposición de ley. «Tomaremos en consideración cuando ustedes nos tomen en consideración a nosotros», ha advertido.