tania sánchez

Del anonimato a la soledad; de candidata discutida a bomba en el seno de IU

Se hizo conocida en platós de TV, pronto trató de deshacerse de una etiqueta molesta «novia de...»; menos suerte tuvo para desembarazarse de los escándalos desvelados por ABC y para desafiar a IU sin hacerla saltar por los aires

Del anonimato a la soledad; de candidata discutida a bomba en el seno de IU efe

p. a.

«Nací en Madrid, en 1979, y desde los cuatro años vivo en Rivas Vaciamadrid. Crecí jugando en la calle, al aire libre, y yendo de paquete a manifestaciones y actos políticos y sindicales a los que acudían mis padres. De ellos he aprendido el valor del compromiso con aquello en lo que una cree y la cultura del esfuerzo. Llegó la adolescencia y me rebelé contra todo, porque el mundo me hizo así, y ahí empezó mi verdadero aprendizaje político, pasando a la acción: participé en el movimiento juvenil de Rivas cuando todo estaba por hacer, y fui representante estudiantil en el Consejo Escolar del Instituto público ‘Las Lagunas’, donde cursé el bachillerato y COU. La cresta se me bajó un poco, o quizás sólo en el peinado, y empecé a militar en Izquierda Unida».

Nadie mejor que la propia Tania Sánchez para hablar de sí misma. Así encabeza su blog quien , en apenas unos meses ha pasado de ser una perfecta desconocida a un rostro televisivo; una diputada de IU a -le molesta sobremanera- «la novia de Pablo Iglesias» ; de candidata a presidir la Comunidad de Madrid, a bomba de relojería en el epicentro de IU; de futura promesa de la izquierda, a fundar un nuevo partido.

Una cara nueva

Sánchez, exconcejal de Rivas Vaciamadrid -joya de la corona republicana de Izquierda Unida en la Comunidad- comenzó a resultar popular entre el común de los ciudadanos con su salto a los platós televisivos.

Lo cierto es que desde su escaño en la Asamblea de Madrid ya comenzaban a mirarla desde sus propias filas como una cara de futuro, pero su súbita popularidad convirtió su carrera política en 100 metros lisos.

Su velocidad televisada le trajo un pequeños disgusto político y personal. A pocos pasó desapercibida su relación con un recién llegado a la arena política: Pablo Iglesias. Ella, de familia política y -como bien describía en su blog- activa en causas varias desde su más tierna adolescencia, veía como la popularidad de su pareja la convertía en «la novia de...» algo que, dicen quienes la conocen, no ha llevado demasiado bien.

Elección y cisma

Pero su carrera personal y su papel destacado entre los propios de la coalición de izquierdas en la Asamblea no iban a quedar eclipsadas. Lejos de ello, Sánchez fue, junto a Mauricio Valiente, la elegida por 13.000 afiliados de su partido para encabezar las listas de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento , respectivamente en Izquierda Unida.

El tándem formado con Valiente se imponía a los compuestos por José Antonio Moreno y la concejala de Madrid Raquel López ; y el directivo de IU Julián Sánchez-Vizcaíno y la diputada Lali Vaquero.

Ese y no otro fue el fin real de su anonimato. Y también el principio de una serie de heridas incurables a la postre en sus propias filas.

De estos titulares, estos lodos

Su salto a la arena mediática, más allá de sus cada vez más frecuentes apariciones en tertulias y entrevistas de radio y televisión vino de la mano de ABC. «La novia de Pablo Iglesias adjudicó un contrato de 137.000 euros a su propio hermano» , desvelaba la primera de las informaciones con las que Javier Chicote destapaba una serie de prácticas cuando menos dudosas de la entonces diputada de IU, que incluían la concesión de sendos pisos de protección oficial para ella misma y su hermano .

Sus propios compañeros de partido en Madrid no ahorraron críticas. «Un hijo de un concejal no puede presentarse a un concurso de vivienda, por mucho que sea un concurso. A veces es injusto, son cosas que tiene esto» , dijo entonces el portavoz del Grupo Parlamentario de IU en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo.

Si sus explicaciones fueron nulas, los gestos de sus compañeros de partido revelaron la endeblez de su sustento político en las filas de IU. Desde la dirección se pasó de la absoluta presunción de inocencia, incluso de alguna acusación de «campaña mediática» a retirar la mano en el fuego por Sánchez [ Ver: Cayo Lara elude apoyar a Tania Sánchez ]. Tampoco su apoyo en IU, Alberto Garzón, se excedió en apoyos: [ ver noticia ]

Su soledad en el partido fue creciendo a medida que los titulares detallaban prácticas cuando menos poco decorosas -todas en el mismo sentido- que desembocaron en una comisión de investigación en el Ayuntamiento de Rivas donde la diputada -como inmediatamente demostró ABC- no dijo toda la verdad .

Insumisión y cercanía a Podemos

Pero sus problemas en el partido - el apoyo a su candidatura se saldó apenas con un 42% de los votos a favor - iban más lejos que la frialdad con que se le negó respaldo alguno. Nada más ser elegida, la cabeza del partido en Madrid manifestaba ruidosamente su discrepancia: la renuncia de Eddy Sánchez al día siguiente de la abrumadora victoria de Sánchez y Valiente en las primarias de la agrupación dejaba IU en manos de una gestora.

Tania fue más lejos. El acto de presentación del acuerdo conjunto al que llegaban Podemos y Ganemos para concurrir a las próximas elecciones municipales bajo la fórmula jurídica de «partido instrumental» contaba con su desafiante presencia entre los asistentes. Sánchez, partidaria de un gran acuerdo de izquierdas que diluyese siglas, se embarcó junto a Mauricio Valiente en una campaña con notable y ruidosa oposición.

Lejos de ser un gesto inocente, Sánchez y Mauricio apoyaban lo contrario a lo aprobado un día antes por la presidencia regional de IU , que hablaban de la posibilidad de converger, pero sólo mediante una coalición electoral .

Abierta la guerra, los acontecimientos se han sucedido en apenas unas semana. Sánchez veía con cierto aire de victoria varios hechos. El primero que alguno de sus afines abandonaba airoso IU para sumarse al frente de izquierdas auspiciado por Podemos . El segundo, y más importante, su victoria sobre sus más íntimos enemigos, los portavoces de la coalición IU en la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, Gregorio Gordo y Ángel Pérez, suspendidos de militancia por su «responsabilidad política» en el asunto de las tartas black de Caja Madrid .

Una invitación para salir

La ruptura era ya un hecho. Avalada por Alberto Garzón, media federación ya tenía un pie en Ganemos , la filial de Podemos en Madrid. Solo faltaba el gesto y llegó este miércoles.

Fue IU quien movió ficha, negándose a que su nueva cara visible marcase el ritmo de la coalición en contra de las decisiones de conjunto: la dirección colegiada de Izquierda Unida de Madrid, con la mirada puesta en las elecciones municipales del próximo 24 de mayo, dejaba claro a Sánchez y Valiente que ninguno de ambos se presentaría bajo las siglas IU si no aceptaban la fórmula de coalición con otros partidos y si, en cambio, mantienen su firme propósito de respaldar el partido instrumental formado por Ganemos y Podemos.

La respuesta de Tania Sánchez llegó por filtraciones internas (más que interesadas). Decidía abandonar Izquierda Unida y se presentará a las elecciones autonómicas con un nuevo partido, la coalición de izquierdas que apadrinará Podemos, que no se presenta con su marca en las próximos comicios autonómicos y municipales.

La joven política anunciaba esta decisión a su equipo de colaboradores en una reunión a última hora del miércoles . Sánchez comunicó que también iba a dimitir como diputada de la Asamblea de Madrid, en la que salió elegida hace cuatro años con IU.

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