Santamaría, Cifuentes y Aguirre, «en un puño»
El presidente tiene desde diciembre la última encuesta «madrileña». Ninguna de las tres favoritas logra mayoría absoluta y el riesgo de perder la alcaldía es muy alto
Mariano Rajoy viajó ayer a París. Asistió, junto a otros líderes europeos, a la manifestación convocada contra el terrorismo islamista . A la vuelta, le espera uno de los Comités Ejecutivos del PP más importantes de la legislatura. El último se celebró el 2 de diciembre. Quedó ese día emplazada la cúpula del partido a una semana crucial tras las vacaciones navideñas: la que comienza hoy, cuando se elegirá al jefe de campaña que intentará contradecir el signo pesimista de las encuestas que pronostican un batacazo en las elecciones del 24 de mayo. La tradición marca que el elegido para coordinar la campaña sea el responsable de Organización, Carlos Floriano, que ya dirigió la maquinaria electoral en las europeas. Sin embargo, Rajoy se llevó el secreto en el avión que le trasladó ayer a la capital francesa. Según un miembro de la dirección de Génova, «el presidente y Cospedal hablaron de ello esta semana. El secreto es absoluto porque Rajoy, aunque en público diga que no hay prisa, ha dedicado los últimos días a hablar con muchos compañeros para acertar en las decisiones próximas», apunta.
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Y entre todas las resoluciones que tiene que tomar, hay una que Moncloa define como «prioritaria» y algunos miembros del Gobierno como «la más trascendente del año que acaba de comenzar»: el nombre del candidato que intentará conservar la Alcaldía de la capital de España , en manos populares desde 1991, y que está en riesgo cierto de perderse. El jefe del Ejecutivo tenía decidido aplazar la «fumata blanca» hasta febrero, después de la Convención Nacional que se celebrará en Madrid los días 23, 24 y 25 de enero. Esa hipótesis se sustentaría sobre la seguridad de que el candidato, alumbrado en la última encuesta interna, gozaría de suficiente popularidad, lo que evitaría que tuviera que «calentar en la banda», en expresión deportiva de un cargo popular.
Ninguno obtiene mayoría
Sin embargo, nadie se atreve a descartar que la decisión de Rajoy se adelante incluso a ese cónclave, ya que, según ha sabido ABC de fuentes populares, la incertidumbre es absoluta. El presidente recibió la segunda semana de diciembre el resultado de la última encuesta encargada por Pedro Arriola para testar los últimos nombres: Soraya Sáenz de Santamaría, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Pío García-Escudero y Ana Pastor . El «momento procesal», según apuntan las mismas fuentes, era el adecuado para realizar el último y definitivo sondeo, una vez que los escándalos de corrupción han dado una pequeña tregua al PP y que los primeros destellos de recuperación económica empiezan a ser tímidamente percibidos por la opinión pública. Sin embargo, la conclusión no ha sido la apetecida. Todos los cargos populares conocedores de la encuesta coinciden en que «pese al optimismo de los asesores de Moncloa, los datos dejan claro que el riesgo de perder la capital de España sigue siendo muy alto y nadie consigue neutralizarlo». El trabajo de campo sitúa al PP como primera fuerza política pero ni uno solo de los posibles candidatos testados se acerca «ni de lejos» a la aritmética necesaria para que los populares solo dependan de sus votos para investir al alcalde de Madrid. No conseguir esos números pondría en bandeja al PSOE la capital, apoyado en Podemos, o en UPyD, o en IU, o en Ciudadanos. O si se llegara a un acuerdo, en todos cuantos quisieran.
La aspirante más valorada sigue siendo la vicepresidenta del Gobierno que, sin embargo, tampoco cosecharía la mayoría suficiente. A pesar de que algunos sectores del partido insisten en que la inclusión de «la número dos de Moncloa» se decidió como «contraste» de los postulantes locales, lo cierto es que otros interlocutores mantienen que su incorporación fue consultada a Rajoy «y se hizo en términos cualitativos y no meramente formales, sin descartar nunca que pudiera ser finalmente la opción elegida». Además, mientras en el entorno de Santamaría se descarta su nombre, la propia portavoz, en una entrevista en la Cope el pasado jueves, acudió a una fórmula «puramente política» para terciar en el asunto. « A donde me manden –aseguró– será porque es necesario ». Era la primera vez que se pronunciaba públicamente sobre su futuro sin cerrar ninguna puerta. A la única que le echó el cerrojo es a la posibilidad de suceder a Rajoy como aspirante a Moncloa. Pero a la Alcaldía de Madrid, no. Tanto es así que otras fuentes municipales revelan que la vicepresidenta ha pedido informes sobre la situación económica del Ayuntamiento de la capital «para estar bien informada».
Rajoy tendrá que contar, no obstante, con su olfato (como anunció en la copa de Navidad que ofreció a la Prensa) para seleccionar al mejor. Y es que si la propia vicepresidenta no garantiza la mayoría suficiente –actualmente situada en 31 concejales– peor suerte corren los siguientes en la lista. Tras Santamaría, es la actual delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la más estimada por los encuestados, seguida muy de cerca por Esperanza Aguirre, que el 23 de diciembre, solo unos días después de que el sondeo llegara a Moncloa, formuló su deseo de dar un paso al frente. «Fue un gesto a la desesperada –opina un diputado– al ver que sus opciones descendían».
Muy lejos quedan en las preferencias de los madrileños dos de las figuras nacionales testadas: el presidente del Senado, Pío García-Escudero, y la ministra Ana Pastor. Lo cierto es que la única preocupación del líder popular es el Ayuntamiento, toda vez que no se ha sometido a juicio a ningún candidato regional, para la que el único postulante sigue siendo su actual titular, Ignacio González. Fuentes populares descartan en todo caso que el presidente asuma un «ticket» con Aguirre, en la capital, y González, en la región, lo que depositaría todo el poder en manos aguirristas, si bien ambos ya no mantienen la misma sintonía.